¿Por qué Venezuela tiene la inflación más alta del mundo?
¿Por qué Venezuela tiene la inflación más alta del mundo?

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El Banco Central de Venezuela (BCV) informó que la inflación de 2014 llegó hasta 68,5%. Esa cifra es una de las más altas que se han registrado en la historia económica del país y fue la más elevada en el mundo durante el año pasado.

El resultado pudo ser peor, si el BCV no hubiese modificado la ponderación de algunos rubros a la hora de medir el comportamiento de los precios. Estimaciones de Econométrica indican que sin los cambios en la metodología la inflación correspondiente al año pasado sería 76%.

Paradójicamente, fue en enero del año pasado cuando entró en vigencia la Ley Orgánica de Precios Justos. Pero lejos de un freno en los precios, hubo una aceleración y se superó la inflación de 56,2% registrada en 2013.

El Gobierno habla de una “inflación inducida” como resultado de la “guerra económica”, pero economistas culpan a las políticas económicas. Tamara Herrera, de la firma Síntesis Financiera, explicó recientemente en un foro que en Venezuela se genera inflación por “todas las taquillas”: la monetaria, la cambiaria y en la fijación de precios.

Las causas de la inflación

Expansión monetaria: Economistas aseguran que sin estabilidad monetaria habrá inflación y este es uno de los componentes que más está empujando los precios en Venezuela. En los últimos años, el Gobierno nacional ha financiado el déficit fiscal a través de la creación de dinero inorgánico o la impresión de billetes. En 2014 el financiamiento del BCV a Pdvsa creció 64,9% para que la estatal pudiera cumplir sus compromisos en salarios, contratistas o pago de misiones. Ese dinero, también conocido como “dinero primario”, llega a los beneficiarios a través del sistema bancario y los bancos, a su vez, se encargan de multiplicarlo por dos y hasta tres veces a través de los créditos que otorgan. Esa expansión monetaria estimula la demanda y los precios suben en la medida que más dinero persigue los mismos bienes.

Una devaluación progresiva: El racionamiento de divisas en los mecanismos oficiales propició escasez y auspició un “dólar paralelo” que ha terminado convirtiéndose en un marcador de precios para muchos de los productos. Adicionalmente el año pasado el Ejecutivo nacional oficializó el Sicad 2, donde cada dólar se cotizaba a unos 50 bolívares, y fue deslizando progresivamente rubros que se importaban al tipo de cambio de 6,30 a la tasa del Sicad 1, de 12 bolívares por dólar, y a la del Sicad 2, empujando al alza las estructuras de costos de numerosos productos.

Control de precios disfuncional: El Ejecutivo nacional ha pretendido frenar la inflación fijando controles de precios en alimentos, productos de cuidado personal y medicamentos. La medida lejos de funcionar ha creado distorsiones como la escasez y el encarecimiento de los productos en mercados informales. Datos del BCV indican que el año pasado la inflación en alimentos y bebidas no alcohólicas, el grupo más controlado, fue de 102,2%.

Economistas y empresarios explican a las autoridades que en algunos casos las empresas venden a precios que están por debajo de sus costos de producción, distorsión que desalienta las inversiones y hace atractiva la reventa de productos en mercados informales. En 2014 el Ejecutivo nacional se vio obligado a autorizar fuertes ajustes de precios en algunos alimentos y en productos de cuidado personal tras haberlos mantenido congelados por incluso más de dos años.