¿Del pueblo quién se ocupa? Por José Vicente Carrasquero
¿Del pueblo quién se ocupa? Por José Vicente Carrasquero

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No es un simple lugar común decir que Venezuela vive el peor momento de su historia republicana. Los problemas están a la vista y sufrimiento propio de cualquier persona, independientemente de su simpatía política o nivel socioeconómico. Es una crisis profunda, estructural. Denuncia una ruptura del tejido social que se manifiesta en una actitud de sálvese quien pueda. Los devastadores efectos del fracasado modelo político se expresan en comportamientos sociales típicos de ambientes regidos por el más salvaje neoliberalismo.

Se esperaría que ante el desastroso estado de cosas que nos toca vivir, la clase política, representada por partidos y actores relevantes, tanto del gobierno como de la oposición, estuviese dedicada a buscar conjuntamente soluciones a los gravísimos problemas que están sufriendo la generalidad de los venezolanos.

Una simple inspección a la realidad demuestra lo contrario. Cualquier observador queda perplejo ante la actitud desentendida de aquellos llamados a presentar propuestas y/o tomar acciones para disminuir los espantosos efectos de la crisis. Del lado del gobierno sorprende el desparpajo y grosería de un discurso que tiene como objetivo único responsabilizar a quien sea de los problemas que son incapaces de solucionar. Del lado de la oposición, las energías se pierden en discutir cuál es la mejor estrategia para conquistar espacios de poder.

Mientras tanto, en Ciudad Gótica sin Batman, los forajidos de todo tipo hacen de las suyas. Los ciudadanos se refugian temprano en sus casas para minimizar la probabilidad de engrosar las ya trágicas estadísticas de homicidios intencionales. El ministro que finge encargarse de la seguridad está muy ocupado oyendo conversaciones telefónicas o persiguiendo personas que nunca como antes, tienen el legítimo derecho a protestar. Da tristes y escandalosas declaraciones tratando de hacer ver que los asesinatos son en su mayoría ajustes de cuenta. La oposición no aprovecha para dejar en evidencia que el ministro acepta que el Estado ha perdido el monopolio de la violencia y que es un estado fallido. ¿Quién responde por los muertos?, ¿quién consuela a los deudos?, ¿quién hace justicia a la víctima y a sus familiares?, ¿del pueblo quién se ocupa?

El gobierno quiere hacer que creer que la lucha contra el contrabando es suficiente para resolver el inaceptable problema de la escasez. Usa esta campaña como mecanismo para evadir, como siempre, sus responsabilidades. Después de semanas de lucha contra un problema que después de todo era su obligación evitar desde un principio, los anaqueles no muestran una imagen distinta. El gobierno prefiere honrar la deuda externa que satisfacer necesidades más que esenciales de los venezolanos. La oposición pierde la oportunidad de dar ese debate De presentar al gobierno como el padre de familia irresponsable que compromete el presupuesto familiar en bonches y borracheras y después pone a esposa e hijos a pasar hambre para cumplir con las tarjetas de crédito. Su prioridad es mantener la solvencia externa para seguir la parranda. La oposición no le exige al gobierno que cese la fiesta, ¿quién le responde a los diabéticos y a los enfermos en general?, ¿quién vela por los familiares que recorren farmacias buscando medicamentos?, ¿del pueblo quién se ocupa?

A pesar de los maquillajes irresponsables de quienes manejan las cifras económicas, todo venezolano no enchufado nota que el dinero le rinde cada vez menos. El gobierno aplica cobardemente su paquete económico sin ir al fondo de los problemas. Todas las semanas se aumentan precios, cada vez hay menos dólares para la economía. Ponen como prioridad ganar un puesto de relevancia en la ONU. Siguen financiando a quienes venden su apoyo por petróleo barato. La oposición acude silente al espectáculo. Mientras, la madre devuelve productos a la cajera porque no le alcanzan los reales. ¿Quién se ocupa de los niños que están comiendo menos?, ¿quién anima una esperanza en los que se empobrecen día tras día?, ¿del puebloquien se ocupa?

La triste realidad es que el gobierno decidió, de lo más neoliberal, pagar la deuda externa a expensas del hambre y penurias del pueblo. La oposición decidió que era tiempo de ocuparse de las parlamentarias o de la constituyente. ¿Del pueblo quién se ocupa?

Las encuestas lo demuestran, el gobierno pierde apoyo y la oposición permanece estancada. Muchos venezolanos no ven en los actores políticos preocupación por sus problemas cotidianos, al mismo tiempo de muchísimo impacto sobre la ya menguada calidad de vida.

Es estadio está vacío. Nadie quiere ver este juego de amateurs más preocupados por sus propios asuntos que por los problemas que acogotan y exasperan a los venezolanos. Cuidado si el juego electoral se queda sin público.

La pregunta queda para el debate: ¿del pueblo quién se ocupa?

@botellazo