Con la bombona en el hombro: el peso de la escasez de gas doméstico - Runrun
Con la bombona en el hombro: el peso de la escasez de gas doméstico

@yeannalyfermin

 

Omaira Yépez adaptó el carrito del mercado para poder trasladar la bombona de gas. «Le quité la tela para que la bombona pudiera entrar. Así la arrastro y no me canso tanto como si la llevara en el lomo». Yépez vive sola: todos sus hijos se fueron del país.

Relata que se levanta a las 5:00 de la mañana para hacer la cola en el barrio Píritu, en Petare. Al llegar al sitio, pone la bombona a hacer la fila. Aunque no es una de las primeras, siempre alcanza a comprar. “Muchas veces son las tres de la tarde y uno esperando el camión. A veces siento que me voy a desmayar porque me voy solo con una arepita en el estómago y el sol es fuerte”, cuenta.                             

Comenta que le da tristeza esa situación. “Veo personas que de lo flacas que están no pueden ni con la bombona; veo mujeres embarazadas y viejas como yo”. Asegura que antes no era así, que el Consejo Comunal se encargaba de llevar el control de la compra y venta del gas y a nadie le faltaba, pero que con la crisis todo se ha afectado.

Un estudio del Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS), revela que solo durante el mes de julio se produjeron 286 protestas por el deterioro de los servicios básicos y que 81 de estas fueron por escasez de gas.

La data de El Termómetro de la Calle, una una iniciativa de TalCual, El Pitazo y Runrun.es que registra las protestas que se realizan a diario en el país, contabilizó que van 317 protestas por fallas en la distribución de gas doméstico en lo que va de año, siendo los sectores populares los más afectados con la situación.

El Termómetro de la Calle también registró que hasta el mes de julio los estados que más protestaron por escasez de gas fueron Lara, con 63 protestas; Táchira, con 50; Mérida, 41; Trujillo, 29 y Barinas, con 19.

Desde el inicio del año 2018, las protestas de carácter social desplazaron a las políticas. Fallas en los servicios de agua, gas y electricidad y colapso del transporte público, fueron los detonantes para que en el primer semestre se produjeran, al menos, 2.403 manifestaciones en todo el país para exigir derechos sociales.

 

Cocina prestada o leña

Mariana Brito, habitante del barrio San José de Petare, en el estado Miranda, aseguró que pasa mucho trabajo para poder comprar este servicio. “Nosotros tenemos más de cuatro meses sufriendo por el gas. Mi esposo pierde todo el día, sale de la casa a las 6:00 de la mañana y se lleva la bombona en el hombro para Catia. Si no consigue en Catia, se va directamente al llenadero que queda por Turumo, en la carretera vieja Petare Santa Lucía”.

Mariana aseguró que siempre compra el gas a un precio distinto. “En el llenadero lo venden al precio regulado, 50 bolívares de los viejos (0,0005 soberanos), mientras que en Catia lo ha comprado en cinco millones de bolívares”, (50 bolívares soberanos). Un sobreprecio de casi 10.000 %.

Francisco Ibáñez, habitante del sector Fila de Mariches, en el municipio Sucre, asegura que el tema del gas es una verdadera “tragedia”. Dice que cada 15 días hay que salir a luchar para conseguir una bombona.

“Yo me tengo que levantar bien temprano para ir a comprar mis dos bombonas, por lo menos cuento con una moto que me ayuda a trasladarme, pero hay personas que tienen que pedirle al vecino que los deje cocinar aunque sea un arroz para poder comer o si no, les toca cocinar en leña porque gas no hay”.

Ibañez dice que “como todo en este país es una corrupción”, la distribución del gas se ha convertido en una “mafia”. Confesó que ha comprado la bombona de gas hasta en 2 millones 500 mil de los viejos (25 bolívares soberanos), cuando el precio regulado es de 50 bolívares.    

Nelson Hernández, ingeniero y experto en materia energética, explicó que la falta de gas doméstico afecta aproximadamente a 21.6 millones de venezolanos: 80% de las familias venezolanas lo utiliza para cocinar.

Hernández comentó que la baja producción de gas asociado al petróleo, la baja operatividad en las plantas de extracción de propano, la mala gerencia de logística en la  distribución del producto, el deterioro en la infraestructura del transporte y el déficit de bombonas de 10 kilogramos, son las causas de la escasez de este servicio.

El experto en energía responsabilizó al gobierno de la situación: “Tanto PDVSA, como PDVSA Gas y Pdvsa Gas Comunal, son empresas estatales, por lo que tienen en sus manos la producción, transporte, almacenamiento y distribución del gas doméstico a nivel nacional”.

Iván Freitez, directivo de la Federación Única de Trabajadores del Petróleo, afirmó que el problema con la escasez del gas comenzó con la nacionalización de las empresas Vengas, Digas y Tropigas en el año 2008 por parte del Gobierno Nacional.

Estas empresas expropiadas se encargaban del llenado, almacenamiento y distribución del gas doméstico, contaban con grandes plantas de producción y grandes sistemas de transporte. Cuando todo ese sistema pasó a Pdvsa Gas Comunal, comenzó a debilitarse el proceso, explicó Freitez.

Para Freitez, el problema se va a incrementar. Asegura que Pdvsa no tiene capacidad para mejorar la gasificación y advierte que mientras la producción petrolera no aumente seguirán los problemas con el gas doméstico.

“La escasez del gas es en toda Venezuela. La situación es la misma en todas las refinerías del país”, sentenció el representante del sindicato.  

Nelson Hernández aseguró que para solventar el problema hace falta aumentar la producción de petróleo y, por ende, la de gas propano. “El inicio de la recuperación de PDVSA y sus filiales debe pasar por un cambio en la gestión política que hoy impera en Venezuela. Llevar el suministro del gas licuado del petróleo a los niveles de 1998 tardaría, como muy rápido, cuatro años”.