El asesinato de la productora de cine, teatro y música, Yackeline Salazar, reunió a miembros del medio artístico y a sus allegados que este jueves le dieron su último adiós en el Cementerio del Este. En un ambiente de luto e impotencia, sus conocidos la recordaron como una mujer luchadora y optimista que aportó aspectos positivos a Venezuela desde el arte
ACCEDER A LA CAPILLA V del Cementerio del Este y caminar por sus afueras era casi imposible el jueves 25 de agosto. Ese día, desde temprano, miembros del medio artístico, así como también amigos y familiares de la productora de cine, teatro y música, Sixta Coromoto Salazar -conocida como Yackeline Salazar- se acercaron al camposanto para darle su último adiós. Incluso su hija Andrea Salazar que viajó desde Alemania cuando le informaron que su madre fue asesinada en un intento de robo.
“Tengo que ser la última persona que entierre a su madre por una muerte violenta. Mi mamá era increíble, merece justicia y que las personas tengan conocimiento de quién era ella y de lo que hizo por su país. Quiero asimilar esto, reposarlo y cuando esté más calmada, preparar un escrito en honor a mi madre”, manifestó entre lágrimas la joven.
La versión policial con respecto al crimen de Salazar refiere que la mujer fue atacada cuando llegaba a su residencia ubicada en la urbanización Miranda por unos delincuentes que el martes 23 de agosto, a plena luz del día, intentaron detenerla cuando se desplazaba en su vehículo Chevrolet Cruze placas AG53XA para robarla y, al resistirse, los homicidas le hicieron cinco disparos.
El esposo y socio de Salazar, José Sousa estaba consternado. Sólo alcanzó a comentar que su pareja trabajó en 37 películas. Y agradeció el apoyo que han recibido del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC).
“En el CNAC se han portado muy bien con nosotros en este momento. Nos pagaron todos los gastos del sepelio. Mi esposa fue una gran mujer. Trabajó en 37 películas. Te voy a pasar la lista después que pase todo esto”, precisó el hombre que, en ocasiones, cuando recordaba las características positivas de su esposa sonreía.
Un vacío en el medio artístico
De izquierda a derecha los actores Marcos Moreno y Miguel Ángel Landa
El asesinato de Yackeline Salazar dejó, para el actor Marcos Moreno, un gran vacío: “La sensación de vacío que nos produce esta pérdida es muy grande. Pero la recordamos con luz, brillante. Era una mujer optimista, con mucho ánimo. Era el timón de la empresa para la que trabajaba, Xenon Films. Era de esas personas que nunca dejaba de sonreír y por eso se le recuerda. Tenía sueños de producir a gente musicalmente, porque creo que además del negocio de cine que hay en la familia a ella le interesaba muchísimo más la música y siempre que íbamos a su casa, siempre tenía a alguien que estaba siendo preparado por ella. En su casa siempre uno conseguía afecto”.
En un ambiente de luto e impotencia, sus conocidos, la recordaron como una mujer luchadora y optimista que aportó aspectos positivos a Venezuela desde el arte. Fue común ver como varias personas sonreían cuando hacían referencia al humor y personalidad de la productora audiovisual. Uno de ellos fue el actor Miguel Ángel Landa: “El trabajo más reciente que compartí con ella fue en la película el Manzano Azul. Trabajé muchas veces con ellos, cuando digo ellos es también con José Sousa, su esposo. Ella tenía la particularidad de ser siempre amable, simpática y además era una cocinera ejemplar. Nos preparaba comidas, meriendas, unas tortas, ensaladas y yo siempre decía que era una mujer muy espectacular. Yo la quise mucho y ella me quería mucho también”.
La homenajearán cuando presenten la obra que producía
De izquierda a derecha los actores Juan Manuel Larrad, Carmen Julia Álvarez, Gladys Prince y Juan Carlos Lira
Cuando culminó el velorio los allegados y amigos de Salazar se organizaron para ir al sepelio. Los actores del elenco En la palma de tu mano, del director Román Chalbaud, y que contaba con la producción general de Salazar, se trasladaron en compañía de la actriz Carmen Julia Álvarez hasta la parcela en donde fue sepultada Salazar. Todos, consternados por el luto que dejó la mujer de 56 años de edad, hicieron una especie de catarsis en el trayecto. Sin embargo, dijeron que cuando presenten la obra le harán un homenaje.
El actor Juan Carlos Lira fue una de las últimas personas que vio con vida a Yackeline Salazar el martes 23 de agosto: «Ella estaba haciendo la producción de nuestra obra maravillosamente. Era una persona sumamente trabajadora, cordial, amable y trabajadora. Nos consentía y siempre estaba pendiente de nosotros los actores. Siempre tenía mente positiva, decía que todo iba a salir bien. Y nos aseguraba que íbamos a tener mucha suerte con esta obra. El día martes estuvo con nosotros ensayando en el Celarg y con el maestro Román Chalbaud, incluso me dio un regaño bonito porque yo tenía fallas en mis últimas escenas con la letra y me dijo que no era posible porque me quedaban 10 días para el estreno de la obra, que me tenía que poner las pilas y horas después me enteré de la forma tan trágica en la que murió. Nos sentimos muy mal por esto. Hay que darle un stop. No puede ser posible que esta gente, que estén montados gobernando un país, supuestamente, nos estén llevando a un abismo».
La actriz Carmen Julia Álvarez manifestó que en la actualidad en el país no hay clases sociales: «Esto nunca lo habíamos visto. En las demás camillas estaban velando a otras personas víctimas de la violencia. Esto no tiene nombre ya. Aquí en Venezuela no hay clases sociales, no hay estatus, no importa lo que tengas, lo que eres, porque no se le ha dado un parado. En la actualidad los venezolanos estamos trabajando para medio comer, porque se nos está haciendo difícil conseguir los alimentos y aún más difícil es adquirir ropa, pues los precios están muy elevados y no es prioridad».
La actriz Gladys Ponce dijo que por primera vez se está planteando irse del país: «Ya mi hijo no está aquí. Está en otro país, gracias a Dios. Y ese es un dolor que a veces a la gente también se le olvida, que uno quiere estar con sus hijos, y no podemos verlos porque ellos tienen que ir a otro país en donde puedan realizarse y en donde puedan comer y vestirse bien y estar tranquilos porque no les va a pasar nada. Ese día que Yackeline se nos fue sentí por primera vez que me quería ir, cosa que nunca me había pasado. Ahora nos preguntamos, ¿qué vamos a hacer?, nosotros como actores, dramaturgos estamos expuestos porque a veces trabajamos hasta las 11:00 de la noche. Ya no podemos hacer eso. Tenemos que ver quién nos lleva, o ensayar en las mañanas. Esto no es calidad de vida. Nos están matando de a poquito. No podemos silenciar esto. Hay que dar un grito. Hay que organizarse y ver de qué manera se da el grito».
El asesinato de Salazar produjo en el actor Joan Manuel Larrad una gran impotencia. “A Yackeline la recuerdo como una persona súper motivadora, como una influencia positiva para la vida de todo el mundo. Creo que no tenían que pasar más de cinco minutos para saber que era alguien espectacular, que te motivaba en todo momento y que siempre apostaba por este país, que es lo que más me decepciona. Yo me siento decepcionado de los venezolanos, y me incluyo, porque dejamos en manos de los demás. No es culpa de un gobierno, ni de los que están gobernando porque nosotros permitimos que estas cosas pasen. Eso que le pasó a Yackeline, nos puede pasar a cualquier de nosotros. Todos los que tenemos familiares afuera del país precisamente porque huyen de la inseguridad. Nosotros mismos tenemos que darle un parao a esta situación y decir basta”.
La veterinaria de sus perros fue a su despedida
Todas las personas que conversaron con Runrun.es relataron las mismas virtudes y características de Yackeline Salazar, incluso la veterinaria de sus tres perros, Eylú Peña.
“La conocí hace nueve años cuando a una de sus perros le dio una emergencia y la tuve que operar y todo salió chévere, la perrita aún está viva. Luego, a su perrito Roco le dio cáncer y te digo que ese perro se curó gracias al tratamiento que Yackeline insistió en hacerle (…) Ella nunca perdía de vista el amor por sus perros y aparte de eso ella iba a la tienda y nos animaba para ser mejores. Siempre estaba activa hasta en los negocios. Era como mi consejera. Yo era su veterinaria y ella mi consejera. Estoy muy afligida por todo lo que le pasó”, contó Peña.
Rafael Camacho, que fue uno de los actores que participó en la película El mal querido, no dejó de comentar que Salazar le dio varias oportunidades que le abrieron las puertas de la actuación: “Trabajé con Yackeline en un corto que el año entrante íbamos a hacer un largo, que se llamó Alicia, y esperamos seguir en ese proyecto en honor a ella. Ella también me dio la oportunidad en la película El mal querido, que tuve un personaje pequeñito, pero ella para mí es color y luz, que fue lo que me regaló a mi en casi dos años que la conocí. Pero cuando las personas te abren su corazón no hacen falta tantos años para conocerla. Nunca la vi molesta, siempre la vi con una sonrisa en la cara”.
Una de sus amigas fue asesinada hace un año
En el velorio de Salazar varios de sus conocidos lamentaron que justo hace un año, el 7 de agosto, una de sus amigas queridas, Liana Hergueta, fue asesinada y descuartizada. De hecho, cuando se cumplió un año del crimen de la mujer que fue hallada por funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana en el interior de un vehículo en la urbanización Las Palmas, la productora teatral y audiovisual colocó en su perfil de Facebook una fotografía con ella.
El último adiós a Yackeline Salazar, además de reunir a sus seres queridos y compañeros de trabajo, fue un evento en el que los asistentes reflexionaron sobre la crisis que actualmente atraviesa el país. La mayoría de las personas consultadas manifestó que no saben si irse del país. Sin embargo, varios actores contaron que evalúan programar varias protestas pacíficas para rechazar el asesinato de Yackeline Salazar. Con la muerte de Salazar la cifra de mujeres asesinadas este 2016 en la Gran Caracas asciende a 111, de acuerdo con datos extraoficiales. Actualmente las actividades están suspendidas en la casa productora Xenon Films, de cuya empresa Salazar era vicepresidente y en donde en la última década se produjeron varias películas nacionales como El manzano azul, Reverón, El Malquerido y La casa del fin de los tiempos.
