Las “guerras” como excusa
Daniela Dávila Sep 24, 2014 | Actualizado hace 6 años
Las “guerras” como excusa

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RODILLA EN TIERRA. Ofensiva. Repliegue estratégico. Batalla. Guerra. Todas son frases que se inocularon en el discurso oficial y en el colectivo que sigue el ideal chavista. En términos guerreristas, el Gobierno puede explicar una campaña electoral, un plan social, su política exterior y su quehacer diario. Pero, sobre todo, las “guerras” sirven de excusa para las metas no cumplidas y reclamos de la población.

Tulio Hernández, sociólogo experto en cultura y comunicación, explica que este es un Estado militarista que utiliza la gramática como “parte de una estrategia muy conocida en la ciencia política típica de los modelos totalitarios que tiene discurso básico: la felicidad perfecta que el modelo quiere imponer no es posible porque hay unos enemigos que impiden la realización del bien y por eso hay que eliminarlos”, explica.

Esto ha sucedido anteriormente en la historia política mundial. Según el especialista, gobiernos como los de Hitler y Pinochet han aplicado la misma estrategia, que básicamente persigue tres objetivos: “Justificar los fracasos, alegando que no es su culpa; justificar la persecución judicial a cualquier opositor porque se está en guerra; y además permite operaciones de presupuestos externos y programas de emergencia bajo este argumento”.

La línea de enfrentamiento bélico la bajó Hugo Chávez desde el inicio de su gobierno y la siguen sus partidarios al punto de solicitar créditos para la supuesta defensa, como fue el caso del millardo y medio de bolívares asignados a la lucha contra la “guerra psicológica”, solicitada por la diputada Tania Díaz (Psuv).

Andrés Cañizales, profesor e investigador de comunicación y democracia sostiene: “Ha quedado claro que se va a aprobar todo lo que deba aprobarse al punto que casi se triplica el presupuesto de la propaganda en un momento de tantas urgencias sociales y económicas que afectan, con mayor dureza, a los pobres”. Para él, la prioridad del Gobierno no es atacar los problemas de fondo, sino construir una lógica donde los culpables son externos.

El profesor de la Universidad Simón Bolívar y especialista en políticas lingüísticas, Carlos Leáñez Aristimuño, considera que de acuerdo con el discurso del Gobierno, “estamos en guerra… estamos en un relato de guerra a través de la palabra”, según contó en entrevista con El Nacional (4/11/2013).

Las consecuencias no tardan en llegar. Para Leáñez, este lenguaje ha empobrecido cognitivamente a los venezolanos. “Cuando la gente no está expuesta a la lengua escrita tiene muy poca posibilidad de articular un contra discurso, está a merced del discurso imperante. El poder actual silencia medios y mensajes alternativos, tiene el aparato educativo debilitado, envuelve todo en un relato que no es otra cosa que una gesta de guerra”, declaró.

A continuación se rememoran algunas de las contiendas más mencionadas por el gobierno:

Guerra social

A tres meses de haber asumido el mandato por primera vez, Hugo Chávez ya hablaba de una “guerra social”. En su alocución inaugural de Aló Presidente, el 23 de mayo de 1999, se refirió a “la batalla social, es la guerra social, el enemigo es el hambre, es la corrupción, es la falta de atención a la gente, ese es el enemigo”.

A partir de entonces, esta batalla fue recordada en varios discursos, aunque no con la recurrencia de otras. Inclusive el presidente Nicolás Maduro la mencionó cuatro veces en su discurso de presentación de Memoria y Cuenta 2013.

 

 

Guerra económica

No tardó en surgir otra guerra: la económica. El 15 de agosto de 1999 en su décimo programa de Aló Presidente, Chávez declaró:

Guerra economica
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“La agenda para estos días que vienen, despidiéndonos ahora sí, del programa, hoy salgo inmediatamente a reunirme con el ministro Giordani, el ministro de planificación, el ministro de hacienda José Rojas, y el equipo económico. Estamos revisando todo lo que es el panorama de lo que yo llamo la guerra económica.Tenemos que ganar la guerra económica, reactivar la producción, y para ello hay que mirar todo el campo de batalla, es decir, todos los problemas o las variables o los factores que afectan el problema, el financiamiento, el capital pues, la mano de obra y su capacitación, la tierra y los recursos naturales, la tecnología, los planes y proyectos, el desarrollo del arroz por ejemplo, yo decía esto del arroz no porque se me ocurrió a mí hoy, no, eso forma parte de un proyecto”.

Entre 2010 y 2014, esta excusa se volvió habitual. En cuatro años la “guerra económica” fue mencionada en casi 600 discursos por diferentes voceros. Maduro y Chávez fueron los principales durante sus respectivos mandatos.

 

Guerra política

En un mismo discurso, el 6 de noviembre de 2013 el primer mandatario acusó a Fedecámaras, Consecomercio y Venancham de generar una “guerra económica” y a María Corina Machado, Leopoldo López y Henrique Capriles Radonski como culpables de una “guerra política”. Luego de la denuncia, los calificó como la “ trilogía del mal” y no sería la última vez en señalar esta batalla.

El 27 de julio de 2014 en un acto del Psuv, Maduro ya no denunció ataques, sino que declaró la guerra política: «El Psuv debe estar organizado para dirigir esta guerra política contra los enemigos internos y externos (…) no es por el camino del izquierdismo agonizante o el reformismo entreguista por donde vamos a alcanzar la síntesis del partido sino por el camino del chavismo», añadió el Mandatario en referencia a los nuevos tiempos del Psuv.

Guerra mediática

Eleazar Díaz Rangel en su última columna dominical del pasado 21 de septiembre se refiere a una supuesta “campaña sistemática que desde hace meses, o más exactamente años, se desarrolla en el mundo y en Venezuela contra los gobiernos de Chávez y ahora, de Nicolás Maduro”. Con esta definición se refiere a la “guerra mediática”.

Pero no era la primera vez que Díaz Rangel se refería a los supuestos ataques por parte de los medios. El pasado 9 de marzo, en una entrevista para la Agencia Venezolana de Noticias, el periodista aseguró que desde 1830, nunca se había llevado a cabo una «campaña mediática internacional como la de ahora contra Hugo Chávez y, especialmente, en estos meses contra el presidente Nicolás Maduro». En junio volvió a tocar el tema en el foro Conjura Mediática Contra Venezuela: “El poder mediático es utilizado contra esos países que han empezado a hablar con independencia, con voz propia en América Latina”.

RCTV, Globovisión y CNN son algunos de los medios que han sido acusados de manipular a la población y que Joaquín López Mujica menciona en el artículo publicado en junio de 2007 para Aporrea, titulado “RCTV como promotora de la guerra mediática: un totalitarismo sin precedentes”. Este alegato ha dado cabida a todo tipo de acciones: el cierre de RCTV, la compra de varios medios tanto audiovisuales como impresos, las constantes acusaciones a la cadena internacional CNN y el bloqueo de señal de NTN24, así como de su página web.

En 2008, ante la pregunta de un reportero paraguayo sobre el cierre de RCTV, Hugo Chávez respondió con tedio: “Tú me haces una pregunta que está relacionada con la guerra mediática contra Venezuela. Los laboratorios de guerra sucia de todos los días, todos los meses, las noches y los años contra un país donde funciona plenamente una amplia y profunda democracia y una infinita libertad de expresión”. Para el entonces presidente, el canal televisivo formó parte de los sucesos de abril de 2002 que incluso fue calificado por el oficialismo como “golpe mediático”.

El sucesor del “comandante” supo seguir la tradición, en este sentido. El pasado jueves 18 de septiembre, Nicolás Maduro mostró un video en cadena nacional donde buscaba probar una supuesta guerra por parte de los medios:

 

 

Dos días antes, la Asamblea Nacional (AN) había aprobado un “Proyecto de Acuerdo en Rechazo a la Campaña de Terrorismo Mediático”. La diputada socialista Tania Díaz dijo durante su intervención: “Estamos preparados para enfrentar y vencer esta nueva guarimba, que consiste que comienzan a lanzar de manera anónima informaciones y fotografías falsas”.

Guerra psicológica

Casi un millardo y medio de bolívares aprobó la AN para compensar la supuesta “guerra psicológica” que afronta el Gobierno. En la sesión ordinaria del pasado martes 22 de julio, Tania Díaz argumentó que el 12 de febrero “se desató la más grande guerra psicológica con un discurso que pretendió llevarnos al caos” y, por tanto, es su “deber” garantizar que hechos como ese no se vuelvan a repetir.

Maduro, a lo largo de su mandato, ha denunciado supuestos ataques psicológicos ejercidos por profesionales de la prensa, radio y televisión. En la misma cadena nacional donde denunciaba la guerra mediática, afirmó que los ataques buscarían afectar psicológicamente a los ciudadanos, e incluso aseguró que tomaría medidas legales:

«Pretendieron imponer sobre Venezuela una matriz de terrorismo psicológico, y todo ello viola las leyes. He hablado con nuestra Fiscal general para que nuestros órganos de justicia actúen y castiguen con celeridad a los responsables de guerra psicológica y se castigue severamente (…) Estoy pensando en emprender acciones legales internacionales contra CNN», anunció el presidente en cadena nacional.

Pero estos reclamos no eran nuevos. El 1 de marzo de 2013, el entonces ministro de Ciencia y Tecnología, Jorge Arreaza, acusó a la “burguesía” de generar una “guerra psicológica” a través de rumores sobre la salud de Hugo Chávez, aún presidente de la República.

 

 

Guerra bacteriológica

De los mismos creadores de las ofensivas antes mencionadas, el pasado jueves 18 de septiembre nació la “guerra bacteriológica”. Bajo esta idea, Maduro responsabilizó a entes externos de haber traído al estado Aragua el virus del chikungunya.

“Tenemos sospechas de que esta derecha pretendía meter algún tipo de virus, guerra bacteriológica que se ha hecho en el mundo, meterlo en el Hospital Central de Maracay, quién sabe dónde, y tenían la campaña preparada”, fueron las palabras del mandatario.

 

 

La medida elegida para afrontar la supuesta ofensiva externa, fue el apoyo cubano. El domingo 21 de septiembre, el jefe de Estado anunció la llegada de los investigadores extranjeros: “Ya llegaron médicos amigos de otras partes del mundo, incluyendo a nuestra hermana Cuba, que nos mandaron expertos de guerra bacteriológica para determinar qué intentó hacer en Aragua esta derecha fascista”.

Aunque hace días que Maduro estrenó el término, la idea no es del todo original. En agosto de 2010, el Correo del Orinoco publicó una entrevista al líder cubano Fidel Castro, donde declaraba: “El enemigo usó contra nosotros la guerra bacteriológica. Trajo aquí el virus II del Dengue. En la Cuba pre revolucionaria no se conocía ni el I. Aquí nos apareció el II, que es mucho más peligroso”.