Entrevista AP: Uribe reta los logros de paz en Colombia
Oct 02, 2015 | Actualizado hace 6 años
Entrevista AP: Uribe reta los logros de paz en Colombia

uribe

 

Por Joshua Goodman y Jacobo García para The Washington Post

Traducido por Redacción Runrunes

 

El Ex–Presidente Álvaro Uribe criticó rudamente a la comunidad internacional por aplaudir un reciente logro de su sucesor en cuanto a los tratados de paz con la izquierda rebelde, afirmando que el trato socava el poder de la ley en Colombia.

 

Uribe enunció a la Associated Press que es un doble estándar para los Estados Unidos y Europa demandar tiempo en prisión para los terroristas del grupo separatista español ETA, la Armada Republicana Irlandesa o al-Qaida pero esperan que Colombia demuestre lenidad a las guerrillas responsables de atrocidades durante el conflicto civil de cinco décadas que padeció el país.

 

“Estoy más preocupado por lo que piensan los colombianos que aquello que piense la comunidad internacional ya que somos nosotros los que tendrán que vivir con las consecuencias de lo que nos sucede,” estableció Uribe.

 

El presidente actual Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia anunciaron la semana pasada un acuerdo sobre el controversial asunto de los castigos sobre los crímenes de guerra, un logro luego de tres años de tratados el cual asigna el camino para un acuerdo final dentro de seis meses.

 

Bajo el acuerdo, aquellos rebeldes que confiesen actos abusivos a tribunales especiales de paz, compensen víctimas y prometan no alzarse en armas nuevamente, recibirán un máximo de ocho años de labor bajo condiciones específicas, mas no tiempo en prisión. Los crímenes de guerra cometidos por la milicia colombiana también serán juzgados en tribunales. Aquellos combatientes que sean descubiertos mintiendo encararán penalidades de hasta 20 años en prisión.

 

Uribe dejó su oficio en el 2010 con un rango de 80% de aprobación después de haber alejado a la FARC fuera de las ciudades principales, lo cual causó un gran descenso tanto en secuestros como asesinatos. Ahora senador para su reciente Partido Democrático Central, permanece como un corredor clave de poder. En agosto, antes del reciente logro, alcanzó un rango de aprobación que doblaba aquel de Santos, quien solía ser el ministro de defensa de Uribe.

 

Como el más afincado crítico de la FARC, Uribe es uno de los políticos colombianos que posee el mayor resguardo, cruzando de un lado a otro con una protección de más 20 guardaespaldas y una elaborada caravana de camionetas con alto blindaje.

 

Pero, con los avances en dichos tratados de paz, se ha encontrado a sí mismo más aislado políticamente, teniendo inclusive a antiguos aliados en los Estados Unidos criticar en privado su rechazo a las negociaciones y numerosas víctimas colombianas, las Naciones Unidas y el jefe fiscal de la Corte Criminal Internacional expresar un optimismo cauteloso acerca de los tratados.

También ha visto manchas en su reputación debido a la convicción o investigación de múltiples ex-aliados por ilegalmente escuchar conversaciones de oponentes políticos, como también ataduras a la milicia del ala derechista para negociar un acuerdo de paz mientras se encontraba en el poder.

 

Uribe afirmó que no se encuentra en contra de acuerdos de paz, pero que los líderes rebeldes deben pagar por los crímenes de guerra de una forma más significativa y en la cual se asegure justicia para sus víctimas. A su vez, notificó su decisión para extraditar a más de una docena de lords de guerra del ala derechista a los Estados Unidos con cargos de drogas, luego de encontrar que no cumplieron con los lineamientos del acuerdo de paz.

 

El ex–mandatario también alegó que la negación a una disculpa para las víctimas por parte del líder principal de la FARC, Rodrigo Londono, también conocido como Timochenko, en una entrevista vía TV la semana pasada, se suma a la polémica que distancia aun más a Colombia de una eventual reconciliación.

 

“Más que tomar responsabilidad por sus víctimas, las esta ofendiendo”, dijo Uribe, cuyo padre hacendado fue asesinado por la FARC en un intento de secuestro fallido en tempranos años de la década de los 80.

 

Le objeta al personal de la armada colombiana, quienes son acusados de asesinar a 3000 civiles falsamente nombrados como rebeldes durante su administración y quienes serán juzgados frente a jueces extranjeros en los mismo tribunales especiales a los cuales atenderán acusados de la FARC para sus castigos.

 

En la perspectiva de Uribe, muchas de las gestas de paz de Santos son meramente innecesarias. Los rebeldes de la FARC son infatigablemente rechazados por los colombianos y afirma el actual senador, que las fuerzas de combate de este grupo terrorista podrían haberse extinguido tiempo atrás de no ser por el apoyo recibido y por su envolvimiento en el tráfico de cocaína con el régimen socialista de su país vecino, Venezuela.

 

Por ahora, Uribe afirma que hará presión sobre su caso acerca de los riesgos del acuerdo mientras espera la eventual llegada de un referéndum.

 

“Lucharemos con o sin apoyo”, dijo. “Estamos acostumbrados a sobrellevar estas luchas solos”.