Tres miembros de la guardia venezolana permanecen retenidos por las autoridades colombianas, después de que estos cruzaran la frontera de manera irregular y sin autorización, tal como indican las autoridades de Colombia.

El alcalde del municipio de Ureña, Alejandro García, indicó en entrevista con Blu Radio que las primeras hipótesis apuntan a que los miembros de la guardia habrían cruzado el puente internacional Francisco de Paula Santander en medio de la persecución a un hombre que transportaría alimentos para su contrabando.

“La Guardia Nacional transportaba un detenido en territorio venezolano y cuando llegaron al comando, ubicado a 300 metros del puente internacional, atropelló a un guardia y se dio a la fuga con un uniformado al interior del vehículo. Dos agentes lo persiguieron en moto y en ese momento ingresaron a territorio colombiano”, explicó García a dicho medio, a su vez que denunció que existe una alianza entre autoridades colombianas y de Venezuela para permitir el ingreso a Cúcuta de productos desde Venezuela para comercializados libremente sin pagar impuestos.

El alcalde de Ureña indicó también que lamenta que sucedan este tipo de hechos que empañarían las relaciones entre Colombia y Venezuela. “Desde todo punto de vista es lamentable que esto esté sucediendo porque empaña las relaciones con la hermana república de Colombia (…) Es una acción involuntaria, no es una agresión programada”, agregó.

Hace cerca de un mes cinco soldados venezolanos traspasaron la frontera de forma irregular llegando a la ciudad de Cúcuta y fueron detenidos después de que la policía interviniera cuando una multitud les impidió regresar.

El flujo de productos básicos e insumos agrícolas (subsidiados) de Venezuela a Colombia está incentivado por los controles de precios y de cambio vigentes desde 2003, que han creado una brecha a veces de 10 a 1 entre los valores oficiales y los del mercado negro o los de países vecinos; un hecho que ha motivado el contrabando de alimentos entre Venezuela y Colombia. Al mismo tiempo, la economía venezolana enfrenta una inflación superior a 60% y escasea más de uno de cada cuatro productos básicos.