El volcán Cerro Negro de Nicaragua abre sus puertas al deporte extremo - Runrun

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El Cerro Negro, el volcán más joven de Centroamérica y uno de los más activos de Nicaragua, invita a los turistas más aventureros a practicar el “sandboarding”, un deporte extremo que consiste en descender, a bordo de una tabla estilo surf, sobre las cenizas negras de ese coloso de 728 metros sobre el nivel del mar.

Sus faldas áridas y sus deslizantes cenizas volcánicas han convertido al Cerro Negro en un sitio ideal para ese deporte extremo, que se comenzó a practicar en Nicaragua a inicios del siglo XXI.

El “sandboarding”, también conocido como “surf volcánico” o “volcano boarding”, es un deporte en el que el turista se monta sobre una tabla, generalmente sentado, y se desliza sobre las faldas del volcán hasta alcanzar velocidades extremas.

En noviembre del 2001, el francés Éric Barone, conocido como el “Barón Rojo”, estableció en su primer intento el récord mundial de velocidad en bicicleta sobre arena volcánica en el Cerro Negro con un registro de 130 kilómetros por hora, superando su anterior marca lograda en Hawai.

En un nuevo intento, el francés alcanzó los 163 kilómetros por hora y pulverizó su marca.

Veinte minutos después, Barone subió de nuevo a la cumbre del Cerro Negro, se lanzó ladera abajo, recorrió 400 metros y, cuando el reloj comenzaba a marcar un nuevo récord, la dirección de la bicicleta, de fibra de carbono, se partió en dos y lo lanzó por los aires.

El casco le salvó la vida al “Barón Rojo”, que se fracturó cinco costillas, sufrió heridas en los músculos de las manos y se dislocó un hombro.

Nueve años después, el ciclista austríaco Markus Stockl descendió a una velocidad de 164.95 kilómetros por hora en un recorrido de 550 metros en el volcán Cerro Negro, en presencia de Barone.

Desde entonces el Cerro Negro, que es básicamente una colina negra, sin vegetación y con laderas bastante empinadas, se ha convertido en uno de los principales atractivos de los turistas más aventureros que visitan Nicaragua, dijo a Efe Roger Gurdián, alcalde de la ciudad de León, donde se ubica el coloso.

Sobre ese volcán y sus alrededores hay una capa de cenizas y rocas volcánicas que le dan su color y que ha atraído a importantes deportistas internacionales deseosos de realizar nuevos desafíos, de acuerdo con el alcalde.

Actualmente, el Cerro Negro es visitado al mes por unos 3,000 turistas extranjeros, entre ellos a quienes les gusta escalar.

Escalar el Cerro Negro no es como escalar cualquier otro volcán en Nicaragua. La subida es empinada y difícil, sin embargo, hay una especie de camino natural para subir, que lo facilita, aunque hay otros lugares donde el visitante debe ayudarse con sus manos, explicó Gurdián.

Las autoridades ejecutan un proyecto financiado por la Unión Europea (UE) para mejorar el circuito turístico de ese complejo volcánico, que consistirá, entre otros, en pavimentar siete kilómetros de carretera que conduce hasta el coloso, ampliar los senderos, construir miradores y establecer una tirolina.

Además, se capacitará a los pobladores locales para que sirvan de guías turísticos, se construirán “dormitorios rurales” donde puedan acampar los turistas, se venderán recuerdos y se mejorará el centro de información, detalló Gurdián.

Según los registros del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (INETER), el Cerro Negro, situado a 108 kilómetros al occidente de Managua, es el volcán más joven de Centroamérica.

Las erupciones más importantes del Cerro Negro, uno de los volcanes más activos de Nicaragua, ocurrieron en 1992 y en agosto de 1999. Sus gases y cenizas cubrieron por tres días la ciudad de León y las zonas aledañas.

La erupción ocurrida en 1999 dejó un borde negro con material volcánico alrededor y dos pequeños cráteres al lado que también se acaban de formar.

El Nuevo Herald