Visas y bloqueo económico separan la Casa Blanca y al Senado en caso Venezuela - Runrun

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Llegar a un acuerdo sobre cómo reaccionar a la crisis venezolana se presenta difícil en Washington, donde la Casa Blanca y el Senado escenificaron un debate en el que se puso sobre la mesa la posibilidad de retirar visas e implantar un bloqueo económico al Gobierno de Nicolás Maduro que los emisarios de Barack Obama rechazaron enérgicamente.

Los caminos son difíciles, pues EE.UU. mantiene una gran dependencia con respecto al crudo venezolano. Históricamente ha sido su mayor comprador, aunque en 2013 le superara Asia, según las cifras reportadas por la Administración de Información de Energía de Estados Unidos (EIA), que muestra que las compras de petróleo cayeron hasta los 797.000 barriles diarios, lo que supone una baja interanual de 17%, mínimo histórico de los últimos 25 años.

“Desde el punto de vista comercial, a EE.UU. no le conviene sancionar a Venezuela. Además de comprar petróleo venden muchas manufacturas al país, y no hay que olvidarse del aspecto político. Nos guste más o menos, el gobierno de Nicolás Maduro fue elegido por el pueblo”, advierte José Roberto Concha, director del consultorio de comercio exterior Icesi.

Entre los dos aspectos se movió el debate en el Senado estadounidense, que tendrá hoy su réplica en la comisión de Exteriores de la Cámara de Representantes.

En un duro debate, los responsables del Senado interrogaron a Roberta S.Jacobson, número dos de la secretaría de Estado para el hemisferio occidental y Tomasz P. Malinowski, experto en violaciones de derechos humanos. Los dos hablaron en nombre de la Casa Blanca.

“Se podrían tomar medidas como la revocación de visas o el bloqueo económico, pero ahora no son útiles porque permitiría al gobierno venezolano adoptar el papel de víctima frente a EE.UU.”, sostuvo Jacobson, que no descartó emprender estas medidas si el “diálogo actual” fracasa.

Malinowski, por su parte, se mostró partidario de evolucionar la situación “día a día” para estar seguros de que se actúa “en el momento correcto”.

Hasta la fecha los disturbios, que se iniciaron en febrero, dejaron 41 muertes, cientos de detenidos y acusaciones de tortura y violaciones de derechos humanos en el país.

La escasez alimentaria es de 26%, y los recientes anuncios de Maduro sobre la subida de 30% del salario mínimo no resultó significativa, pues la inflación, de 59% a tasa anualizada en marzo, hizo que apenas se notara el aumento.

“EE.UU. tiene absolutamente claro que a la economía venezolana no le hacen falta más sanciones, la situación es terminal. Lo que harán será esperar a que ocurra algo irreversible a nivel económico que provoque cambios políticos, aperturistas, en el Gobierno”, apunta Víctor Maldonado, presidente de la Cámara de Comercio de Caracas.

Así las cosas, en Washington y en Caracas esperan las medidas económicas se suceden con rapidez.

Al aumento del salario mínimo le acompañó una rebaja de los alimentos básicos: arroz, pollo y azúcar, y apenas unos días más tarde el anuncio de creación de un fondo de inversión dotado con $976 millones (500 millones más 3.000 millones de bolívares, que a tasa de cambio oficial, de 6,3 bolívares, suponen $476 millones).

Se trataría de un proyecto con dos posibles enfoques: la creación de empresas estatales que revivan la producción (276 empresas han abandonado el país en 14 años), y la liquidación de las deudas estatales para con el sector privado, cuyo monto asciende a $56.000 millones.

Dentro de este apartado destacan las liquidaciones pendientes por la tasa de cambio Cadivi (ahora Cencoex), que el Ejecutivo busca cancelar a contrarreloj. Entre enero y abril, según datos de Cencoex, se cancelaron un total de $2.837,7 millones que se destinaron principalmente al sector de alimentos, que recibió 32% de esa cantidad, aunque el sector privado, como afirma Maldonado, desconfía de las posibilidades de pago.

“EE.UU. quiere apoderarse de nuestro petróleo”
Nicolás Maduro reiteró ante el diario The Guardian la idea que se presentó en el Senado, que los Estados Unidos están detrás de las protestas venezolanas para provocar un clima que les obligue a intervenir y quedarse con el crudo del país.

“Es una guerra no convencional que los Estados Unidos ha perfeccionado a lo largo de décadas”, aseguró el presidente venezolano, que se refirió a Wikileaks y las revelaciones de Edward Snowden en documentos del Departamento de Estado de EE.UU. para demostrar supuestas intervenciones de la Casa Blanca en Venezuela.

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