LUHANSK, Ucrania (AP) — Las autoridades ucranianas advirtieron el miércoles que están preparadas para apelar al uso de la fuerza a fin de desalojar varios edificios gubernamentales ocupados por separatistas prorrusos en el este de la nación.

Los manifestantes seguían ocupando la sede central del Servicio de Seguridad ucraniano en la ciudad de Luhansk, mientras cientos de sus partidarios acampaban al frente del edificio y vivaban al presidente ruso Vladimir Putin.

La agencia de seguridad había dicho que los separatistas dentro del edificio, armados de explosivos y otras armas, permitieron que 56 rehenes salieran durante la noche. Una portavoz dijo que no quedaban cautivos.

Pero Tetyiana Pohukay, una vocera de la policía regional, afirmó que nunca había habido ningún rehén en el interior, según la agencia noticiosa Interfax.

La sede del servicio de seguridad de Luhansk es uno de varios edificios del gobierno capturados por grupos promoscovitas el domingo, en una intensificación de las protestas contra el gobierno interino ucraniano desde el derrocamiento del presidente Viktor Yanukovich en febrero.

Serhiy Tyhipko, un legislador vinculado con el anterior gobierno ucraniano, instó a las autoridades a no irrumpir en el edificio de Luhansk sino negociar en procura de una solución pacífica. Tyhipko dijo que los manifestantes exigían convertir Ucrania en un estado federal con amplias autonomías regionales, en vez de reclamar una secesión.

«El pueblo no plantea la cuestión de separarse de Ucrania ni pide la ayuda de otros países», aseguró Tyhipko en su página en Facebook.

Convertir a Ucrania en una federación es la principal demanda rusa y el nuevo gobierno en Kiev se ha negado a complacerla, calificándola el preludio a una separación. En Donetsk, donde los manifestantes seguían ocupando el edificio del gobierno, el gobernador regional Serhiy Taruta se reunió con líderes del movimiento prorruso para tratar de hallar una solución a la crisis.

Todas las ciudades afectadas por la agitación se encuentran en la zona industrial del este, de habla rusa, que tiene una numerosa población de ascendencia rusa y donde los lazos culturales con Rusia son intensos. Muchos residentes desconfían del gobierno que asumió en febrero.

El ministro del interior Arsen Avakov dijo que la situación en Luhansk y las dos regiones vecinas prorrusas de Donetsk y Járkiv debían resolverse en los dos próximos días.

«Quiero repetir que hay dos opciones: un acuerdo político por medio de negociaciones y el uso de la fuerza», dijo Avakov a la prensa. «Estamos listos para ambas opciones».

Mientras tanto, manifestantes antigubernamentales en Luhansk erigieron barricadas en una avenida frente a la sede del servicio de seguridad.

Durante la noche, los oradores en un mitin frente al edificio condenaron al gobierno de Kiev y reiteraron que se les permita votar en un referendo para declarar autonomía en la región. Esa demanda es similar a la que precedió a la anexión rusa de la península de Crimea.