El sueño chavista comienza a languidecer en Nicaragua - Runrun

Ortega y Maduro

Durante el primer semestre del 2013 la cooperación venezolana fue de 328,4 millones de dólares, 14,1 millones menos que los primeros seis meses del 2012

La utopía chavista no sólo se desvanece en Venezuela, sino también en Nicaragua. A un año de la muerte del presidente Hugo Chávez, la cooperación venezolana ha caído y el volumen de las exportaciones también, lo cual impacta gradualmente la economía nicaragüense, aunque las verdaderas implicaciones al país -según los entendidos- podrían verse en lo que resta del 2014.

Según el Banco Central de Nicaragua, durante el primer semestre del 2013 la cooperación venezolana fue de 328,4 millones de dólares, 14,1 millones menos que los primeros seis meses del 2012.

Los seis años de bonanza que vigorizó la empobrecida economía de Nicaragua parecen haber terminado tras la muerte del líder venezolano, y la crisis que atraviesa el país sudamericano crea más incertidumbre sobre el futuro del segundo país más pobre de América.

El golpe lo siguen recibiendo los programas estatales –populistas– del Gobierno de Daniel Ortega, que están empezando a cubrirse con el presupuesto de la república, el comercio bilateral y la refinería El Supremo Sueño de Bolívar, que en el primer semestre del año pasado apenas recibió 2,6 millones de dólares, cuando en 2012 fue de 128,4 millones de dólares.

El llamado Bono Solidario, un regalo económico inferior a los 30 dólares mensuales del Gobierno de Ortega a 150.000 trabajadores estatales, antes financiado con dinero de Venezuela, ahora es suplido por el presupuesto nicaragüense, generando un gasto adicional cercano a los 50 millones de dólares anuales y presionando el hueco fiscal que el año pasado rondó los 100 millones de dólares.

Lo peor, por llegar

Para el disidente sandinista, Edmundo Jarquín, la reducción de la ayuda venezolana aún no es tan significativa, pero este año podría verse la realidad de sus implicaciones, sobre todo por la crisis económica y política que atraviesa el Gobierno de Nicolás Maduro.

Una mayor reducción de la ayuda venezolana afectará la autonomía del Gobierno de Ortega “en relación a la condicionalidad democrática de la cooperación bilateral europea y norteamericana”, porque de esos fondos el presidente financia “políticas clientelares, le ha permitido tejer una red de intereses empresariales” y compatibilizar políticas de gasto expansivas con el mantenimiento de los equilibrios macroeconómicos, para conservar el financiamiento de los organismos multilaterales.

El Centro de Trámites de las Exportaciones (Cetrex) reportó que entre enero y marzo de este año las exportaciones a Venezuela generaron 93,14 millones de dólares, 4,34 millones de dólares menos que los 97,48 millones de dólares registrados en los mismos meses del 2013.

La reducción se da en los envíos de azúcar, productos lácteos, aceites y grasas, ganado en pie y desperdicios de la industria alimenticia. Lo que está compensando es una subida de 8,8 millones de dólares en las ventas de frijol negro.

El peso de la deuda

Nicaragua recibe petróleo venezolano dentro del marco de Petrocaribe y el Alba. El 50% de la factura debe pagarla en tres meses y el resto en 23 años, más dos años de gracia.

La cooperación venezolana supera los 3.500 millones de dólares desde 2007 y entre ese año y 2012, Nicaragua arrastra una deuda de unos 2.500 millones de dólares.

Parte de esa deuda Ortega la paga con alimentos. Las ventas a Venezuela son manejadas a través de Alba Alimentos de Nicaragua (Albalinisa), una filial de la empresa mixta Alba de Nicaragua S.A. (Albanisa).

Albanisa está integrada por PDV Caribe, filial de Petróleos de Venezuela (PDVSA) y la estatal Petróleos de Nicaragua (Petronic), la empresa estatal responsable de la importación de hasta 10 millones de barriles anuales de petróleo desde Venezuela.

La gerente general de la Asociación de Productores y Exportadores de Nicaragua, Azucena Castillo, dice que es evidente que a partir de la partida del presidente Chávez, de alguna manera en 2013 el comercio se redujo; pese a la promesa de Maduro de seguir cooperando con Nicaragua.

Añadió que los empresarios seguirán apostando a ese destino comercial, el segundo para Nicaragua con 14,9% del mercado y después del de Estados Unidos con 25,9%, pero con más prudencia.

Advierte que hay que estar preparados para diversificar los mercados ante la crisis de ese país aunque esa caída es considerada como fluctuaciones a la baja como consecuencia de las tensiones de Venezuela, según el Gobierno sandinista.

El exdiputado opositor, José Pallais, valora que muy pocos apuestan a que puedan continuar los niveles de cooperación en Nicaragua de la misma forma que inicialmente la brindaba; a pesar de que las relaciones entre Ortega y Maduro son tan intensas como cuando estaba Chávez.

Pallais prevé que la caída del apoyo será gradual, como se vislumbró después de la muerte de Chávez, el 5 de marzo de 2013, citando como ejemplo la reducción de las exportaciones. Todo depende de cómo desemboca la crisis en Venezuela.

“Éste es un proceso que va a venirse dando dependiendo de la evolución de los acontecimientos en Venezuela, que no tienden a mejorar, sino que a empeorarse. Va a venirse reduciendo la cooperación en calidad y cantidad y van a disminuir las exportaciones a Venezuela, que es el segundo mercado para las exportaciones nacionales”, dijo en Managua.

Diario Las Américas