Las revelaciones de los documentos de Wikileaks no dejan de hacer noticia. Este escándalo diplomático es tan profundo que me tomará varios artículos para poder desarrollar las posibles consecuencias a las cuales se enfrentará los Estados Unidos con cada país que sale salpicado en este hecho.
Esta semana la atención inevitablemente fue para Venezuela dado que los documentos mostrados por El País de España este martes ratifican hechos importantes que están ocurriendo en nuestro país.
Los americanos corroboran con sus documentos que están haciendo un esfuerzo notable para aislar a Venezuela en la región. Si se llegase a declarar a Venezuela como un Estado que apoya abiertamente al terrorismo, tal como lo pretende llevar acabo el nuevo senado estadounidense, las consecuencias que sufrirá la población venezolana serán lamentables. El comercio y el turismo serán los primeros afectados y posteriormente el sector petrolero recibirá un golpe que cuestionará su estabilidad.
La cantidad de cubanos residentes en el país cada vez es más alarmante. Los documentos revelan que tenemos ahora en el territorio nacional a más de 30.000 médicos, 1.400 técnicos agrícolas, 6.000 entrenadores deportivos y otros 4.000 profesionales. Con una economía que lleva más de 5 trimestres en cifras negativas, con la inflación más alta de Latinoamérica, el riesgo país más alto del mundo y un continuo crecimiento de la deuda externa, es inconcebible que el gobierno en lugar de darle prioridad a la mano de obra nacional se dedique a mantener a nuestros vecinos caribeños viviendo la dolce vita. Mientras esto sucede, miles de venezolanos al no encontrar trabajo se tienen que dedicar al comercio informal para poder sobrevivir.
Pero lo que hace más ruido de los secretos revelados es la fuerte relación que tiene el Presidente venezolano con la inteligencia cubana. Esta relación que muchas veces “pasa” por encima de los propios cuerpos nacionales y se reúne directamente con el presidente, confirma que las directrices venezolanas no nacen en Miraflores. La inteligencia cubana, que tiene una buena reputación a nivel internacional y sin duda es más hábil que la venezolana, es la responsable del espionaje que recibe la embajada americana en nuestro país y la encargada de adiestrar a ese circulo de confianza del mandatario venezolano.
Estos derrames controversiales de la información diplomática están coqueteando con la estabilidad de la comunidad internacional. En nuestro caso se concluyen dos ideas importantes: la primera es que el mandatario venezolano no está tan loco al decir que el imperio le sigue todos sus pasos y que desean sacarlo de Miraflores. La segunda es que desgraciadamente el senado americano tiene toda la razón cuando tajantemente afirman que hay motivos reales para preocuparse seriamente por la democracia venezolana.
Tomas Horacio Hernandez
Twitter: @TomasHHR
