Con profunda tristeza conocimos la noticia de que Ruy Mesquita, Director del prestigioso periódico brasileño O Estado de São Paulo, dejó de existir a los 82 años de edad, después de una prolongada enfermedad. Su partida marca un vacío no solo por haber sido el decano de la prensa Paulista, sino porque se apagó una de las voces más prestigiosas de America Latina. El “Doctor Ruy” como lo llamaban sus colaboradores del periódico, dedicó décadas de su vida profesional en difundir la verdad y hacer del prestigioso diario de Sao Paulo una referencia obligatoria sobre la situación del Brasil y del Mundo, representando la tercera generación de una familia consagrada a construir un Grupo periodístico conocido por su gran dimensión.
Los venezolanos demócratas -que en estos momentos sufrimos los embates de un régimen autoritario al estilo del Siglo XXI- siempre recibimos su palabra de aliento y los espacios solidarios de un periódico objetivo que mantuvo sus páginas abiertas a retratar en sus editoriales y artículos de enviados especiales, los principios y valores de la verdad. Logró integrar a un excelente equipo de periodistas, gracias a quienes las noticias de la realidad venezolana eran difundidas de manera veraz y oportuna y repetidas en otros medios Brasileños y de todo el mundo, de la misma manera que otros países que atraviesan situaciones similares, no han sido silenciados por ese gran tesoro periodístico.
En los diversos foros de la SIP, o de encuentros de editores o de organismos internacionales, siempre vimos a Ruy Mesquita alzando su voz para defender los principios de la libertad de prensa ante el totalitarismo. Su testimonio personal es conocido por su valiente actitud cuando se opuso en su propio país a la censura en épocas pasadas durante la presencia militar en Brasil. Ello nos retrata a un vocero crítico a quien las presiones y amenazas no lograron doblegar, manteniéndose firme en su defensa inquebrantable en pro de la libertad de expresión y de la democracia.
Su compromiso constituye una lección de honorabilidad, especialmente cuando en otros países de la región pretenden con medidas perversas arremeter contra las expresiones del pluralismo de ideas. Basta con ver los nuevos ataques contra la libertad de expresión pronunciadas por el Presidente Rafael Correa en el Acto de Juramentación como Presidente reelecto, al lanzar desconsideradas amenazas contra los periódicos de su país y de todo el mundo, bajo el aplauso cómplice de otros “censores” como Kirschner, Evo Morales, Ortega, y por supuesto, nuestro compatriota Maduro, presente en Quito mientras CONATEL vuelve a presionar a las empresas de televisión por cables para sacar del aire la señal de ANTEL repitiendo lo que hicieron con RCTV
Por ello debemos ver la epopeya de Don Ruy, no solo para que sea recordada, sino para destacar su trayectoria admirada y admirable como un modelo que nos debe inspirar a seguir en Brasil y en America Latina sus pasos combativos.
