Para alcanzar mecanismos de negociación aceptables para todos, el Consejo de Seguridad acordó la aplicación de la llamada “Fórmula Arria” -aportada por el diplomático venezolano Diego Arria- para identificar soluciones al conflicto de Bosnia-Herzegovina que permitió escuchar de manera informal planteamientos de actores no gubernamentales enfrentados al Gobierno de Slobodan Milosevic, lo que puso en funcionamiento una práctica que luego se fue institucionalizando en el seno de la ONU, como cuando recientemente Rusia y China, acordaron recibir informalmente a los opositores al Gobierno de Siria dándole así el respaldo a las gestiones realizadas por Koffi Annan.
El tema del Cambio Climático ocasionado por los ejercicios y practicas de seguridad internacional que afectan especialmente a algunas islas que sufren dificultades en su desarrollo, es el tema que actualmente está incluido en la agenda del Consejo de Seguridad, y si bien ha sido tratado en ocasiones anteriores (en las Sesiones de abril del 2007 y julio del 2011) las diferencias entre algunos Estados, no ha permitido poner de acuerdo a sus integrantes en este delicado y difícil tema.
El Embajador Mark Lyall Grand (Reino Unido) y el Embajador Masood Khan (Pakistan) Co-Presidentes de la Sesión del Consejo de Seguridad que se desarrolla en estos momentos, han recibido el respaldo del Secretario General Ban Ki Moon para permitir que organizaciones de la sociedad civil puedan dar sus aportes informales y expongan sus preocupaciones en relación al impacto climático que amenaza el desarrollo sostenible de pequeños Estados Insulares y países en Desarrollo Sin Litoral, que son países que se han visto afectados por los efectos negativos, ocasionando no solo el mayor empobrecimiento de sus respectivos países, sino en algunos casos hasta llegan a representar una amenaza a su viabilidad como Estado.
La participación de la sociedad civil marca en pleno siglo XXI una contribución para lograr mejores resultados en el debate planetario, gracias a su aporte a los Estados representando un entorno adicional ejercido a través de diferentes ONGs e instituciones científicas que le permiten al Consejo de Seguridad escuchar sus planteamientos y darle -en este caso concreto- garantías a los países pequeños que sufren directamente el impacto climático ocasionado indirectamente por las grandes potencias tecnológicas.
Ello representa una nueva realidad ya que los Estados no son los actores exclusivos para discutir los efectos del cambio climatico, sino que deben escuchar a la sociedad civil organizada, tal como acertadamente destaca Moises Naim en su articulo “Europa, Siria y la Polución” al analizar la relación entre la Tecnología y el Calentamiento Global al afirmar “Un mejor manejo de los problemas globales sólo ocurrirá cuando los ciudadanos empoderen a sus gobiernos para que se ocupen de los problemas que los afectan” . Ese es un camino cada vez mas determinante en la búsqueda de soluciones globales.
