La intransigencia iraní por Leopoldo E. Colmenares G. - Runrun
La intransigencia iraní por Leopoldo E. Colmenares G.

En agosto del 2002 el asunto del problema nuclear iraní comenzó  a preocupar a toda la comunidad internacional cuando se descubrió  que los persas poseían  dos instalaciones de producción nuclear no declaradas ante la Organización  Internacional de Energía Atómica (OIEA).

Así, entonces, observamos  que desde más de 10 años la comunidad internacional se enfrenta a una grave amenaza para la seguridad mundial, dada la intención de esa nación de desarrollar armamento nuclear, y por sobre todo motivado a la  tantas veces enunciadas intención de “borrar a Israel de la faz de la tierra”.

Más allá del siempre “sospechoso habitual” como lo es los Estados Unidos de América,  de encontrarse  intentando someter a los iraníes a algunos obscuros intereses, encontramos que en este caso la Unión Europea ha jugado un rol de primera línea, intentando contener a Irán de desarrollar tal capacidad nuclear,  por medio de la aplicación de una estrategia basada en la aplicación del “soft power”.

En así como en  junio del año 2003, un paciente  Consejo de la Unión Europea  (CUE) conminó  a Irán para que firmará el Protocolo Adicional de la OIEA, a lo cual  ésta se negó, resultando  que  la Unión Europea suspendiera  las   negociaciones bilaterales que se desarrollaban en ese entonces para establecer un acuerdo de cooperación y comercio.

En octubre del 2003, los Ministros de Asuntos Exteriores de Francia, Reino Unido y Alemania (conocida como la E3) se dirigieron a Teherán para negociar directamente con Irán. La E3 logró que Teherán firmara un acuerdo donde accedía  a suspender su programa de enriquecimiento de uranio y firmar el Protocolo Adicional de la OIEA, a cambio de nuevas negociaciones y de un paquete de incentivos económicos. En realidad, esta iniciativa  fue respaldada por el Alto Representante de Política Exterior de la Unión Europea, Javier Solana, por lo que la fórmula final de negociación se denominó “E3/UE”.

En un complicado 2004, caracterizado por las inconsistencias de Irán en el cumplimiento de los compromisos adquiridos, se firmó en noviembre, en París,  el segundo acuerdo formal entre la UE y esa nación, el cual establece de nuevo la suspensión de las actividades de enriquecimiento de uranio. Sobre la base del acuerdo,  ese mismo mes se reúnen grupos de trabajo  de la E3/UE-Irán  para negociar acuerdos de transferencia de tecnología nuclear, comercio y seguridad. No obstante con la llegada al poder a mediados del 2005 de Mammoud Ahmadinejad, los persas comienzan con el proceso de reconversión de uranio y es así entonces como las negociaciones se paralizan.

La reanudación de tal proceso fue considerado por la UE como el traspaso de una «línea roja» por parte de Irán. A comienzos del 2006, la E3/UE junto con Estados Unidos enviaron  el caso de Irán al Consejo de Seguridad de la ONU. La UE, no obstante, logra convencer a los Estados Unidos a negociar con Irán, algo que los primeros se negaban a hacer desde 1979. En julio, Estados Unidos  envió al subsecretario de Estado para participar en las conversaciones  entre E3/UE e Irán,  no obstante las conversaciones no tuvieron ningún resultado.

En septiembre del 2006, se realizan nuevas conversaciones entre Solana y el gobierno iraní, planteándose la posibilidad de un nuevo acuerdo, en que Irán  suspendería su programa de forma voluntaria por algunos meses, pero este esfuerzo de Solana también fracasó.

En el interín se conocían nuevos informes críticos tanto de la OIEA como de Solana con respecto a Irán, no obstante a finales de febrero de 2008, la UE  declaró que podría negociar con Irán sobre la base de un nuevo paquete de  propuestas económicas.

El octubre del 2009 los miembros del E3 más China, Rusia y los Estados Unidos,  se reúnen en Génova con un representante del gobierno  iraní, quien señala que Teherán cooperará  totalmente con la OIEA. También se plantea la posibilidad que el uranio con bajo enriquecimiento producido por Irán sea transportado a terceros países para concluir su procesamiento. No obstante, una vez más,  no se llega a ningún acuerdo de implementación motivado a la intransigente posición iraní.

El 1 de diciembre del año 2011, el Consejo de la Unión Europea  muestra su profunda preocupación por el descubrimiento, señalado por la OIEA, del   desarrollo de Irán de tecnología nuclear para aplicaciones militares. A la luz de esa inquietud y de acuerdo con la declaración del Consejo  Europeo de Octubre del 2011, el Consejo de la Unión Europea  acuerda establecer medidas adicionales contra los sectores financieros y energéticos de Irán.

Es así como la decisión del Consejo de la Unión Europea  de enero del 2012 impone la prohibición de importaciones de crudo iraní a partir de julio de ese año y congela los fondos del Banco Central de Irán en la UE, siendo este el más importante paso por la UE en cuanto a medidas coercitivas se refiere.

Así pues, hemos visto como la intransigente postura de Irán, ha logrado que  toda la fuerza política y económica de la UE se haya volcado en su contra, después de una continuada y paciente búsqueda de soluciones constructivas y consensuadas por parte de estos últimos.

 

Por: Leopoldo E. Colmenares G.

@LCOLG

Centro Latinoamericano de Estudios de Seguridad.

Universidad “Simón Bolívar”