En el año 2001, un especialista de la empresa Goldman Sachs, acuño el acrónimo BRIC (Brasil, Rusia, India y China) como sinónimo de países emergentes, cuyas economías a mediano y largo plazo podrían ser consideradas como las predominantes en el panorama mundial generando un nuevo orden y un cambio en los paradigmas tradicionales. Ese año, Venezuela se encontraba en el inicio de una crisis política que traería como consecuencia los sucesos del 2002 y por ende un estancamiento durante un par de años en la economía, que solamente pudo despegar apoyada por el incremento de los precios del petróleo entre los años 2003 y 2004.
La clave del crecimiento de los países BRIC estuvo en que hubo un aumento en la demanda de materias primas por parte de los países desarrollados (producto del aumento de la demanda) y en la inversión interna de los recursos que por ese concepto ingresaban, sanearon sus economías cancelando las deudas internas, invirtieron en infraestructura y además impulsaron programas que permitieron sacar de la pobreza a millones de personas. Venezuela recibió por ingresos petroleros por más de 150.000 millones de dólares que desde el 2001 hasta ahora y la mayor parte de esto recursos no se han invertido sanamente, más bien se han convertido en un instrumento para aumentar el gasto público sin garantía de retorno, en aumentar las nominas estatales y en compra de armas.
Los países BRIC generaron una cultura interna de competitividad, mejorando sus know how y su forma de hacer menos burocráticos sus negocios, abriendo el mercado interno a nuevos competidores que obligaban a las empresas a mejorar sus servicios internos. En Venezuela, según FEDECAMARAS, en estos últimos 10 años han cerrado más de 170 mil empresas y cerca de 1000 más que han pasado a manos del estado.
Todas estas reflexiones las traemos a colación porque hoy en día Venezuela, con los recursos que cuenta, es el peor país para hacer negocios en la región. Adicionalmente nos hemos convertido en una economía de puerto, en donde los empresarios y las empresas nacientes se han visto obligadas a importar para poder mantenerse. Venezuela no es hoy en día un país competitivo e impulsar el emprendimiento es difícil en estas condiciones. ¿Qué podemos hacer los ciudadanos al respecto?
