Nuestros viejos asesinos comunistas por Leopoldo Colmenares - Runrun
Nuestros viejos asesinos comunistas por Leopoldo Colmenares

En nuestro escrito anterior señalábamos que algunos autores afirman, que dado los cambios en la naturaleza de los conflictos armados posguerra fría, podría hablarse de la existencia de “nuevas guerras” o guerras no clausewitzianas. Uno de los objetivos que perseguíamos en ese artículo era exponer al lector una de las corrientes de pensamiento de la denominada “investigación para la paz” y como esto de alguna manera ha impactado sobre la denominada agenda de seguridad internacional.

Otro de los objetivos era introducir al amable lector con la existencia de taxonomías en este campo de la seguridad y defensa. Así entonces, se podía inferir que existe una clara división entre lo que son los conflictos armados durante la llamada “guerra fría” y posterior a ella.

Ahora bien resulta que más allá de cualquier diferenciación periódica que pueda aceptarse en el campo de la investigación para la paz, esta rama de la investigación académica ha constantemente llamado la atención sobre algunas cifras de muertes derivadas de conflictos que no pueden catalogarse como guerras, nuevas o no.

Las conclusiones de este “síndrome” de investigación, como cataloga el Prof. Rafael Grasa a la investigación para la paz, no pueden ser más reveladoras: durante el siglo XX los denominados democidios han sido los mayores causantes de muertes en el planeta, aun si realizamos la sumatoria de las bajas ocurridas en todas las guerras (nuevas o viejas) durante el período en cuestión.

El democidio puede definirse como el asesinato de una persona o grupo de gente por parte de un Gobierno. Esto incluye el genocidio que son asesinatos cometidos contra grupos, simplemente por ser miembros de una raza, etnia, religión, etc., el politicidio, que consiste en el asesinato por parte de un Gobierno de una persona o grupo de gente a causa de su política o por propósitos políticos y el asesinato masivo, que no es más que la matanza indiscriminada de personas por parte de un Gobierno.

Así entre las escalofriantes cifras que pueden señalarse para ejemplificar al democidio, tenemos los más de 76 millones de muertos durante el período 1949-1987 en China, los 62 millones de fallecidos en la URSS entre los años 1917-1987. Para tener algún patrón de comparación de estas cifras, podemos indicar que en el campo de batalla de las dos guerras mundiales ocurrieron cerca de 21 millones de muertes.

En una proporción menor, lo cual no significa que no sea también espeluznantes las cifras, se pueden mencionar el millón setecientos mil fallecidos en Vietnam en el período 1945-1987, el millón quinientos mil muertes entre 1945 y 1948 ocurridas en Polonia y al millón cien mil personas asesinadas en la Yugoslavia de Tito entre 1944 y 1987. En nuestro continente, tenemos a los 73 mil asesinatos cometidos por el régimen de Fidel Castro entre 1959 y 1987 y los 5 mil muertos atribuibles a los sandinistas.

Así pues, sin duda la conclusión que se desprende es que los gobiernos totalitarios o autocráticos comunistas suponen una de las principales causas de violencia y de riesgo para la vida humana en el planeta, más allá de las guerras convencionales.

Leopoldo E. Colmenares G.

@LCOLG