Niños soldados en el Corazón de las Tinieblas por Adriana Boersner - Runrun
Niños soldados en el Corazón de las Tinieblas por Adriana Boersner

La Corte Penal Internacional ha declarado culpable de crímenes de guerra por reclutar niños soldado a Thomas Lubanga, exlíder de la Unión de Patriotas Congoleña, quien, en el conflicto librado en las filas de las Fuerzas Patrióticas para la Liberación de Congo entre 2002 y 2003, forzó a menores de 15 años a luchar.

Esta condena supone un hito importante ya que el fiscal, Luís Moreno Ocampo, ha ganado su primer caso ante la Corte, y esto ha sentado las bases para convertir el drama de los niños soldado en una de las prioridades de la justicia internacional.

El interés en este tópico es relativamente reciente. En la década de los ´90, África subsahariana estuvo sellada por una serie de conflictos civiles que abarcaron territorios como el del Congo, Rwanda, Sierra Leona, Somalia, Burundi, entre otros.

Sin embargo, y a pesar de todas las atrocidades vividas y la estructura y el montaje del sistema internacional, serán las organizaciones no gubernamentales las cuales levaran a cabo campañas activas contra esta situación, colocando este tema en el debate internacional.

El llamado de atención sobre la participación de niños en conflictos armados a partir de entonces será un problema que no sólo se atribuirá a países del continente africano, sino también, países como Colombia, Birmania o Palestina.

Es cierto que África se ha visto mayormente golpeada por este fenómeno, teniendo en cuenta las características en las que se circunscribe el uso de niños soldados: regímenes autoritarios, lucha intertribal, símbolo de las crisis africanas postcoloniales, luchas por poder económico y de riqueza. De esa manera, de los nueve informes emitidos por Human Right Watch sobre los niños soldado en los últimos diez años, siete conciernen a países de África subsahariana.

A principios del siglo XX, la colonización europea trataba sin indulgencia a la población entera. Las tropas podían ejecutar a cualquier persona fuera esta adulta o no, a fin de poder salvaguardar su poder en la región. En los ´50, hubo represión directa contra los niños en donde la organización guerrillera de insurgentes Mau Mau (Kenya), apuntó directamente contra los niños kikuyus (grupo étnico más numeroso del país). Esto refleja el problema de los niños soldados como algo que va más allá de la coyuntura actual, y a lo cual no se le ha dado mayor respuesta que la que hemos visto con esta sentencia contra Lubanga.

La categoría social que refiere la infancia, y no como una categoría biológica, hacen que hoy por hoy, las instancias internacionales y los Estados allegados a la materia de derechos humanos decidan exigir y firmar más acuerdos que comprometan a los gobiernos sancionar estas prácticas. El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha trabajado sobre este particular, aún cuando la sanción a aquellos que utilicen niños como soldados, además de esfuerzos para erradicar la problemática, se han hecho ineficaces.

Gobiernos y Naciones Unidas han desarmado a miles de niños en regiones que están en guerra, como Afganistán o en la propia África, desde que se firmó un acuerdo internacional, los Principios de Paris, para acabar con la práctica en 2007, pero todavía hay un estimado de 300.000 niños soldado a nivel mundial, y sólo en el Congo, 30.000.

En esta misma lista, la ONU incluye grupos que mutilan, violan y reclutan niños en caso de conflicto armado. De estas agrupaciones se recogen 14 países que van desde la Policía Nacional Afgana, las guerrillas de las FARC o los rebeldes Houthi (Yemen).

@aboersner