Precampañas presidenciales diametralmente opuestas por Tomás Horacio Hernández - Runrun


Las precampañas de los candidatos presidenciales venezolanos llaman la atención por su enorme diferencia. De un lado tenemos a Henrique Capriles Radonski quien viene con un impulso tremendo de las primarias. Cuenta con el apoyo de la Mesa de Unidad quien se ha ganado el respeto del país, con unos voceros que van en línea con su discurso y con un grupo de jóvenes que llenan de esperanza su propuesta. Henrique además se encuentra ejerciendo su gestión como gobernador y finalmente el candidato hace lo que un verdadero candidato debe hacer: recorrer el país.

Del otro lado tenemos al presidente, a Diosdado, a Maduro, a Elias, a Adán y pare usted de nombrar. Me gustaría escribir que esta campaña es un tête-à-tête de Chávez y Capriles, pero no lo es. No lo es porque un candidato recorre el país mientras el otro recorre un hospital. No lo es porque un candidato maneja a un equipo y lidera la unidad democrática, mientras el otro candidato maneja un control remoto y lidera la unidad mediática. No lo es porque un candidato representa el futuro mientras que el otro representa el decadente presente.

Pero resulta que la precampaña presidencial que observamos de Diosdado, Maduro, Elias y Adán es tan distorsionada como tímida. Primero, vemos que no existe una coherencia de fondo en los discursos de cada pre candidato. Segundo, estos precandidatos hablan y se pronuncian fundamentalmente cuando su jefe se encuentra de espaldas. Tercero, el futuro de político de esos precandidatos depende de un partido político que no tiene un liderazgo claro. Y finalmente, los sueños de todos de llegar a la presidencia dependerán exclusivamente del antojo de su jefe.

De tal manera que ese es el panorama que tenemos.

Si agrupamos a todos los rojos vemos que su discurso de fondo es la misma cantaleta que han repetido durante una década. Además observamos que la estabilidad política de los rojos depende de la rebeldía de un tumor cancerígeno y de la irreverencia de un paciente enfermo de poder.

Hay que darle tiempo al tiempo y esperar a ver qué pasa. Lo cierto es ahora es momento de precampaña y de cruzar los dedos para que el CNE respeta y divulgue las fechas, anteriormente acordadas, del cronograma electoral.

 

 @TomasHHR