Corea del Norte nuclear: ¿Repliegue táctico? por Omar Hernández - Runrun
Corea del Norte nuclear: ¿Repliegue táctico? por Omar Hernández

 

La imagen se repite una y otra vez en el imaginario colectivo asiático, sobretodo en la próspera y occidentalizada Corea del Sur, así como en el archipiélago nipón. Los temibles Taepodong-2 (misiles de largo alcance norcoreanos) surcan los cielos llevando su fatídica carga atómica.

No se trata sólo de la posesión de armas nucleares, algo de por sí proscrito en el Derecho Internacional y cuyo uso fue declarado -aunque hay quienes lo objetan- ilegal por la Corte Internacional de Justicia a través de una opinión consultiva suya en la que explica lo obvio: tal tipo de armamento viola los principios fundamentales del Derecho Humanitario, en particular, los de distinción y proporcionalidad.

Se trata de un país con un régimen comunista de corte monárquico (que ya va por la tercera generación, con la reciente asunción al «trono» de Kim Jong Un), con uno de los ejércitos más grandes del mundo, con una visión muy sui generis de su entorno y con un aislamiento autoimpuesto, reforzado por las sanciones internacionales.

Es decir, el miedo de sus vecinos en la región era fundado y ni su aliada China (aliada en términos relativos), ya sabía cómo hacer.

Para sorpresa de muchos, Pyongyang anuncia de modo poco ortodoxo y en simultáneo con su némesis estadounidense, una moratoria o suspensión de su programa nuclear que pasa por la interrupción del enriquecimiento de uranio y de la operatividad de sus misiles.

Recordemos que, a diferencia del caso iraní (con el cual hay ciertos paralelismos), de Corea del Norte no se sospecha nada. Está comprobado, ensayos nucleares de por medio, que tiene capacidad nuclear, que ha producido bombas nucleares y que tiene los dispositivos para colocarlas fuera de sus fronteras -los misiles-.

Esta «reconciliación» con el mundo de Pyongyang podría verse como no sólo un regreso a la mesa de negociaciones sino como un «picar adelante» de la nueva cara del régimen, que para muchos sigue siendo un completo desconocido pero que ha tenido mayor contacto con Occidente que sus antecesores.

También, significa de facto el retorno de este país al Tratado de No Proliferación Nuclear, el cual denunció (es decir, se salió del mismo), en 2003 siendo hasta ahora el único país signatario de dicho instrumento que ha hecho tal cosa.

Pero el cese de su programa nuclear no viene de gratis. Corea del Norte pide a cambio una muy necesitada ayuda humanitaria, que luego habrá que ver cómo se distribuye a quienes más lo necesitan. Y es que, el país asiático vive una auténtica y grosera disonancia entre la opulencia de la un gobierno comunista que vive en los lujos -oximoron común por demás- y una población no sólo empobrecida sino hambrienta.

Ello podría significar empero un riesgo pues puede verse como un chantaje. Vale decir, si no hay ayuda humanitaria hay reanudación del programa nuclear.

Introducir este elemento en la dinámica de las negociaciones internacionales puede sentar un peligroso precedente.

 

@omarhun