Los rojos sacaron las uñas por Tomás Hernández - Runrun

 

El mandatario venezolano no tenía ni 48 horas en Cuba cuando comenzamos a ver las grietas en su círculo de confianza. Él ha logrado que la revolución dependa enteramente de su figura; una auténtica oda al ego. Sin embargo con su descanso temporal hemos visto como sus más allegados han sacado las uñas.

 

Hace 8 meses cuando se operó la primera vez muchos venezolanos nos preguntamos lo siguiente: ¿Y qué pasa si no sobrevive? El chavismo por su parte se desató en ese momento; a Nicolás Maduro se le subieron los humos y ya se veía en Miraflores, Adán Chávez trató de ejercer un liderazgo y no tuvo suerte, y Jaua asumió una vocería interesante desde la vicepresidencia pero que la frenó el comandante con su regreso. Palabras más palabras menos, la revolución había perdido su norte.

 

La situación hoy por hoy tiene un tono distinto, ha evolucionado a ser una situación más compleja. La incertidumbre del alcance de la enfermedad cada vez es más grande y la amenaza de Henrique Capriles Radonski y la Mesa de Unidad es un hecho.

 

Es extraño que el hermano del Presidente denuncie públicamente que existan “traidores” dentro del PSUV y tan sólo horas después Jaua y Cabello anuncian una fraternal y amorosa amistad en plena Asamblea Nacional. ¿Qué necesidad tiene el Presidente de la Asamblea Nacional y el Vicepresidente Ejecutivo de anunciar una alianza?

 

Es evidente que el mensaje no era para la oposición sino más bien para el propio chavismo. Muchos analistas coinciden en que dentro del PSUV existen diversas corrientes; 4 para ser más específicos. De continuar enfermo el presidente venezolano, estas van hacer todo lo que esté a su alcance para mantenerse en el coroto.

 

Al final del día, el personalismo del presidente venezolano hoy le está pasando factura porque tanto él como el PSUV saben que no hay revolución sin Chávez.

 

 

@TomasHHR