La Rusia de Putin por Adriana Boersner - Runrun
Sendai Zea Feb 29, 2012 | Actualizado hace 12 años

 

La intriga que se presenta en los próximos comicios electorales del 4 de marzo en Rusia es si habrá una segunda vuelta electoral o no. El candidato ganador ya se conoce.

La fase final de la campaña previa a las elecciones presidenciales rusas es de todo menos aburrida, con debates televisados entre candidatos, críticas al Kremlin y una auténtica guerra en las redes sociales e Internet en general. Pero al final, todo se reduce a un sólo hombre: Vladimir Putin, actual primer ministro y claro favorito.

De cara a la cita ante las urnas del 4 de marzo no hay ningún tema central, sólo puntos de vista diferentes de los candidatos en torno a lo que ha sido la figura de Putin y la historia política en su haber.

Sin embargo, los problemas políticos, económicos y sociales no escasean en el país. Fuga de capitales ante la situación política como otro factor determinante,  (según el banco central, unos 74.000 millones de dólares han abandonado el país en los primeros 11 meses del 2011); el problema chechenio que vuelve hacer telón de fondo para Putin; liderazgos personalistas en el caso de Rusia Unida que generan mayor atracción hacia el líder y no hacia la consolidación de estructuras políticas; vicios político-electorales que enturbian la legitimidad del posible ganador; vicios de poder económico que permite a un gobernante como Putin tener el control ilimitado de una de las mayores empresas del país, Gazprom, y los dividendos de otras industrias importantes a nivel interno e internacional, como el militar, sin contar los problemas sociales.

Los medios de comunicación si ayudan

Los mítines históricamente han servido dentro del campo de las contiendas electorales para medir el apoyo que tienen los candidatos. A lo largo de estos dos meses de 2012, la oposición política se ha unido para protestar contra el poder del ministro Putin y sus deseos de perpetuarse en el poder, además de criticar el sistema político, por los vicios y controles que aún vejan ciertas prácticas democráticas. Las manifestaciones de apoyo individual hacia cada uno de los candidatos han sido reducidas.

 

Por otro lado, las declaraciones públicas celebradas en diversas ciudades del país, a favor de Putin, han sido reimpulsadas por un elemento importante, aparece más en la televisión por el control mediático que posee.

 

Los pocos debates televisivos entre todos los candidatos ha sido posible pero sin la presencia del blanco central de críticas, Vladimir Putin, siendo reflejo esto del momento político que se vive y del desdén del ministro en considerar esto como algo esencial de la carrera presidencial y la importancia que tienen los otros candidatos. Los reportes de la prensa en el país son descaradas propagandas a favor de Putin, teniendo en cuenta que sobre los medios impresos y los periodistas independientes, pesan ciertas persecuciones.

¿Quién es quién en la oposición?

En lo que a los candidatos de oposición se refiere, Guennadi Ziugánov del Partido Comunista dela Federación Rusay  Vladímir Zhirinovski del Partido Liberal Democrático de Rusia, se presentan como los más fuertes en las elecciones. Ante las políticas pro Putin y pro Medvedev, el Partido Comunista ha alcanzado más escaños de poder en el parlamento, por lo cual no sorprende que este año el candidato de este partido, sea de los principales contendores. Asimismo, encontramos a Serguei Mirónov de Rusia Justa, aspirante que también lanzó su candidatura en 2004 y apoyó abiertamente a Putin, además del interés mostrado por un novato en esta carrera presidencial, el candidato independiente y millonario, Mijaíl Prójorov.

La división electoral se da entre dos bandos, entre quienes apoyan al actual ministro Putin, y quienes lo adversan. Sin embargo, y más allá del terreno electoral, existe un tercer bando que aún no juega sus cartas.

En el primer caso, la campaña electoral de Putin está impregnada de alusiones a sus dos gobiernos anteriores, algo que le ha servido para seguir manteniendo el fervor de sus seguidores, pero por otro lado, ha sido interesante para darse cuenta, que el tiempo es irreversible. El liderazgo y respaldo alcanzado en años anteriores, es irrepetible. Su nivel de apoyo alcanza, según sondeos recientes, entre el 40-45%, lo que no sería suficiente para alcanzar la presidencia en una primera vuelta. Su estrategia ha sido reforzar su liderazgo en la escena internacional, siendo este su principal variable en el cálculo político-electoral.

Por otro lado, la oposición política juega entre varios escenarios y “fantasmas”: los promotores de la modernización del Estado ruso y la instauración de mayores libertades, y  aquellos que supuestamente representan a la mayoría de la base social.

El tercer grupo que aún no se lanza al ruedo, es esa extensa parte de la población que calla, que guarda silencio, no sólo por no verse identificado con las opciones y partidos políticos, sino también, por encontrarse a la espera de una mayor indignación social que traería como consecuencia, el impulso para provocar cambios verdaderos que conlleven a una modernización en el país.

 

@aboersner