La debilidad de los republicanos abre espacios para Obama por Adriana Boersner - Runrun

Más allá de quienes efectivamente elaboran el discurso anual del Estado de la Unión, la cantidad de asesores que están involucrados y la relevancia de esta presentación, importante resulta el contexto nacional e internacional en el que se desarrolla año tras año, uno de los pronunciamientos más importantes en los Estados Unidos.

El discurso dado por el presidente de una de las grandes potencias del mundo, implica la exposición de conceptos complejos pero también realidades que según el nivel de alcance al que se pretende llegar y al contexto al cual se quiere responder, pudiera ofrecer el camino, en el caso de Barack Obama, para la reelección en el poder este año.

El pronunciamiento va dirigido a una vasta y variada audiencia en donde se exponen las políticas, los recuentos y las realidades del país. La retórica y el lenguaje cobran una significativa importancia, teniendo en cuenta, la relevancia del momento histórico y los tropiezos vividos en estos 4 años de gobiernos.

Prioridades. El discurso de Obama se centró en el gasto público y el empleo, el esquema mundial de hoy, y el desarrollo necesario para la reinvención como país.

Dos modelos económicos a elegir. “No se puede optar por un país en el que a un grupo reducido le va realmente bien, mientras que, a un número creciente de norteamericanos no les alcance para llegar”.

La propuesta es apoyar la innovación, acabar con la subvención de la energía que se tiene en el presente para invertir en la energía del futuro. Asimismo, Barack Obama defendió la idea de recortar el gasto en el ámbito militar, específicamente en la eliminación de ciertos programas de fabricación de nuevos armamentos, mientras, paralelamente, se frene con los recortes del gasto público para la inversión en algunos programas prioritarios como, formación, educación y salud, y un pago mayor de impuesto para los más ricos.

El momento Sputnik. El presidente de los Estados Unidos no mencionó países en términos negativos, pero si la necesidad de buscar caminos distintos a los vividos en épocas y tiempos anteriores para reformar, responsabilizase e innovar en las nuevas interrelaciones y la cooperación en el campo internacional. El momento histórico requiere de una enorme capacidad de reacción para enfrentarse a los eventos del presente.

En ese sentido, la primavera árabe, el caso del levantamiento y los cambios en Túnez, la guerra en Afganistán y las políticas con Pakistán estuvieron presentes en el recuento en materia de política exterior. La guerra contra el terrorismo nunca ha sido bandera de su política en materia exterior, pero si la necesidad de mantener la supremacía mundial ante nuevos ejes de poder en la escena internacional.

“El futuro no es un regalo. Es una conquista” (John Keneddy): El discurso de Obama también se centró en promover innovación e incentivar la educación en y para esta era, comparando el desarrollo del país en términos tecnológicos, de investigación, innovación y negocios, con países como China e India.

La innovación como motor del desarrollo y clave para la salida ante la crisis económica, fue uno de los conceptos más utilizados en el discurso presidencial.

Por otro lado, el llamado a un trabajo bipartidista, asentó la escena para iniciar su campaña electoral anteponiendo a la divergencia de opiniones e ideologías, la mejora del país y la supremacía como potencia mundial.

Las dificultades para convencer a la sociedad estadounidense de la necesidad de un segundo mandato para seguir trabajando sobre temas alarmantes como el nivel de paro (8,5%), la justicia distributiva, o las necesidades de la clase media ante la crisis, se ha visto claramente opacada ante la carrera electoral del partido republicano, algo que ha favorecido la imagen del presidente.

Ante un candidato que no ha sido definido por parte del bando republicano, la baja calidad del debate interno, el proceso electoral prolongado que esta desgastando a los candidatos de oposición, y la insistencia de los republicanos por llevarle la contraria al presidente en el Congreso, dedicándose a boicotear las propuestas desde el origen de su presidencia, le dan a Obama una ventaja hoy en la intención de voto, que sólo podría ser reversible si el contendor, que posiblemente resulte ser el más moderado de los aspirantes del partido republicano, traiga propuestas y soluciones claras y posibles en materia económica, tema álgido y fundamental en la campaña electoral 2012.

El populismo no es la clave para ganar las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Se necesitan de grandes proyectos, y eso fue lo que trazó Obama con su discurso de Estado de la Unión en 2012.

Adriana Boersner

@aboersner