La nueva visión estratégica de defensa sudamericana: ¿Prioridad para Sudamérica? - Runrun


La pasada semana María Emma Mejía, secretaria general de la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) anunció que en noviembre se aprobará el Plan de Acción del Consejo de Defensa para la región y que comprenderá en gran parte una visión  estratégica compartida de la defensa sudamericana. A pesar de que pueda parecer intrascendente este anuncio, puede cambiar la percepción acerca de las relaciones militares en América Latina y por ende influir en el gasto militar de la región.

En una región en donde el gasto militar está aumentando, por las compras militares de Colombia, Chile, Brasil y Venezuela, y que además se ha caracterizado por ser una región pacifica, es importante que se establezca un mecanismo para hacer mucho más transparente el inventario militar. No es un secreto para nadie que nuestra región posee una gran cantidad de reservas naturales de preciado valor y que la justificación de esas compras reside en la soberanía de los países, sin embargo hay muchas prioridades que atender antes de que la seguridad se considere una prioridad regional. De hecho, muchos de los problemas internos de seguridad de los países son resultado de la inmensa desigualdad socio económica.

Revisando los documentos constitutivos de UNASUR podemos encontrar la posibilidad de establecer una alianza militar, de diferente tenor al de la OTAN, pero que serviría para expandir la cooperación multilateral y para promover medidas de confianza. El Consejo de Defensa Sudamericano fue propuesto por Venezuela y Brasil, países que tienen una importante influencia política en el organismo y que además va acorde con la intención política de ambos países: constituirse en hegemones de la región y por ende reforzar su liderazgo militar. A pesar de ello, ¿ verdaderamente Sudamérica necesita una nueva visión estratégica de defensa?

Es necesario que se haga más transparente y más cercano al ciudadano el gasto militar y que ese concepto no se convierta en el justificativo de negocios e inversiones que después carezcan de un verdadero sentido estratégico. Venezuela es un ejemplo perfecto de cómo el gasto militar es una prioridad en un país cuyos males no se combaten con armas militares precisamente.