Esta semana hemos visto en diferentes medios noticiosos diversos eventos que han despertado el interés de la colectividad y que reflejan que la política exterior de nuestro país esta siendo conducida personalmente por el presidente de la República en los últimos 12 años.

En primer lugar, anunciar un ataque a la Embajada de Venezuela en Libia, cuando se demostró que no había sido tal como lo planteó. Luego las relaciones entre Venezuela y Rusia e Irán  giran  principalmente sobre temas armamentistas y militares, tesis que ha sido impulsada personalmente el presidente de la República para lograr alianzas basada en lo ideológico y no en lo estratégico ni pensando en el verdadero interés nacional.

El interés nacional entendido por el actual gobierno de Venezuela es el interés de la figura presidencial sin pensar en las verdaderas necesidades de la sociedad venezolana. La política exterior debe tomar en cuenta las necesidades de fondo de la sociedad y todos sus sectores, no debe ser excluyente y el papel de la Cancillería debe ser el de articular todas estas necesidades.

La nueva dinámica en el sistema internacional exige la interacción de los intereses de cada uno de los Estados que la conforman pero que es consultada y transmitida a sus ciudadanos de forma que se identifiquen y puedan participar en la gestación de la misma. Nosotros, desde DIPLOOS, estamos convencidos de esta idea y comprometidos con la transparencia en la gestión pública, y por ello queremos acercar la política exterior para convertirla en relaciones de ciudadanos.

Equipo Editorial DIPLOOS