La situación en Libia evoluciona en su complejidad a medida que pasan los días. Esta semana han ocurrido eventos puntuales que indican el desgaste que está teniendo Gadafi en su país. Recientemente la vocera de la OTAN Oana Lungescu declaró para la BBC que: “La ciudad de Misrata sigue siendo una prioridad para ellos pero están muy preocupados por El uso por parte de Gadafi de escudos humanos para frustrar los ataques aéreos”.
Otro acción muy importante fue el tanquero petrolero que arribó esta semana a un puerto en el este libio con destino a Qatar, uno de los países árabes que ha brindado apoyo y ha reconocido a los líderes de oposición del Consejo Nacional de Transición de Libia.
La exportación de este tanquero supone para la oposición, un paso importante porque genera una entrada importante de dinero a su causa, al tiempo que fortalece un panorama que se ha tenido en cuenta desde que comenzaron las revueltas en Libia y la posición de Gadafi de no ceder ante las protestas: la división del país entre este y oeste. El control que ejercería Gadafi o el poder que pudiera tener al este del país, de seguir esta maniobra de la oposición en mantener contacto internacional a través de la venta de petróleo, sería insignificante a mediano plazo.
Por otra parte, el Mártir de la Rebelión Libia está causando un efecto sin precedente. El video de Ahmed Gheriani ha empezado a difundirse en la red, convirtiéndolo en una figura heroica de la rebelión libia cuando no dejándose doblegar por las fuerzas policiales de Gadafi, es asesinado y su cuerpo aún, junto con el de otros casi 500, sigue sin aparecer.
Siguiendo con las acciones importantes, el gobierno de Libia dijo estar listo para negociar reformas políticas que incluyeran cualquier cosa, elecciones o referéndums, pero se niega a hablar de una renuncia. La lectura que se le puede dar a esto son dos: la primera es que el gobierno se está viendo acorralado fuertemente como para empezar a hablar de reformas, y por otro lado, sin importar cuánta gente muera o que nivel de ruina llegue a producirse más del que ya se ha hecho, a Gadafi simplemente no le interesa su país, sino mantener el poder.
Finalmente, ha crecido la deserción en las tropas que defendían a Muamar al Gadafi y ejemplo notorio de ello ha sido en días recientes, la huída del exministro libio de Asuntos Exteriores a Londres, quien prefirió antes de hundirse en el barco del oficial libio, negociar con Occidente. Hasta ahora sus cuentas bancarias no han sido congeladas a diferencia del trato que han recibido decenas de amigos y colaboradores de Gadafi.
Todos estos eventos, y los que vienen, indican un enorme revés para el líder libio.
Adriana Boersner Herrera
@Diploos
