¿NO a la guerra, SI a las armas? Póngase de acuerdo - Runrun


Según informaciones recientes de la organización Control Ciudadano, Hugo Chávez ha gastado más de $15 mil millones en armamento en los últimos seis años, de los cuales se desprende que $8.500 millones corresponden a negocios con Rusia, principal proveedor de Venezuela, seguido en la lista por China y España.

Paralelo a la crisis que se vive en Libia y a los bombardeos que sobre el territorio libio se han dado, no sólo a manos de la coalición internacional, sino también, de parte del propio líder Muamar Gadafi, el amigo venezolano Hugo Chávez, ha dado un ‘no’ rotundo contra la guerra, además de interceder en el conflicto con una propuesta de mediación fallida y de lograr un movimiento mundial contra la guerra. Lo que queda claro para la reflexión es el descaro con el cual el presidente venezolano busca la mediación y la paz en otros lugares del mundo, al tiempo de no ser capaz de crear un clima de paz en el pais y preferir, en cambio,  la modernización del armamento,quién sabe para qué y con cuáles motivos.

Pensar en un mandatario que invierte en armas y que busca al mismo tiempo la paz, es descabellado. Obama es acusado de amoral  por tener un Nobel de la paz al tiempo que invade, pero, ¿cómo se le cataloga a un «defensor de los derechos humanos» que juzga la guerra, al tiempo que se arma, llama a la guerra cada 2 x 3 y mantiene un estado de casi guerra interna en un país que cobra cada fin de semana alrededor de 40 muertos a nivel nacional?

Preocupa la situación venezolana cuando se ve que la compra de armamento hecha por el gobierno no se acompaña de medidas generadoras de confianza para los países vecinos como Colombia, o el resto de la comunidad internacional. Si bien es cierto que Chile y Brasil en los últimos años han modernizando sus fuerzas militares, las armas en Venezuela parecen representar un desafío para la estabilidad en la región dado que no se realiza de manera transparente y se da bajo un clima de incertidumbre.

La posibilidad de buscar una mediación sea cual sea el escenario internacional que pretenda el gobierno de Venezuela es temerario, tras los discursos belicista que ha creado en más de una década. Hugo Chávez no es un líder reconocido por ser precisamente pacífico y además no cuenta con el aval de la comunidad internacional, ni siquiera el de los propios involucrados en el caso libio.  El gobierno venezolano llama a no hacer la guerra en el mundo, pero la compra de armas aumenta año tras año, pongase de acuerdo en determinar qué quiere, la paz o la guerra.

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