Es interés nacional de Estados Unidos involucrarse en Medio Oriente - Runrun

Estados Unidos no tenía para comienzos del siglo XX grandes intereses vitales y estratégicos en la región del Medio Oriente, manifestándose su presencia sólo en el ámbito cultural, ideológico y comercial.

Esta posición cambiaría a partir del término de la segunda guerra mundial, específicamente con el comienzo de la guerra fría o era bipolar, planteándose dentro de su política exterior, cuatro objetivos claros:  1) contener al comunismo; 2) intervenir en los nacionalismos regionales -Egipto (1951), Irak (1958), Argelia (1962), Siria (1963), Yemen (1967), Libia (1969)-; 3) garantizar su aprovisionamiento de crudo y con ello  la estabilidad de los países productores en el Golfo Pérsico, y 4) la creación y defensa del Estado de Israel en 1948.

A partir de estos planes trazados, Estados Unidos se involucraría en 1967 en la Guerra de los Seis Días, la Guerra del Yom Kippur en 1973, la Guerra de Irán-Irak entre 1980-1988, Operación Tormenta del Desierto 1990-1991, Afganistán (2001) e Irak (2003).

Doctrinas y Teorías en la política exterior estadounidense

La Teoría de la Contención (1946-1947) del Secretario de Estado George F. Keenan, consistió en una política adoptada por EEUU hacia la Unión Soviética (URSS) para resolver sus diferencias y esferas de influencia. El propósito era derrotar al oponente, impidiendo la expansión del territorio bajo control de regímenes comunistas y otras formas de expansión de este tipo de influencia. En plena guerra fría tomó tintes militares provocando continuamente posiciones de fuerza militares y económicas por todo el mundo.

Posteriormente la Doctrina Carter establecería claramente el interés geoestratégico que tienen para Estados Unidos, las reservas de petróleo del Golfo Pérsico y Medio Oriente, siendo a partir de entonces, la base de justificación de intervenciones militares en aras de proteger una zona de vital interés para el país del norte.

La Doctrina Reagan (1980-1991) proveyó abierta y secretamente ayuda a guerrillas anticomunistas y movimientos en un esfuerzo para revertir el poder de gobiernos en África, Asia y Latinoamérica, que contaban con el apoyo de la URSS. La doctrina diseñada para disminuir la influencia soviética en estas regiones se vería reducida por un lado, a la caída del muro de Berlín, y por otro lado, el cambio de política exterior iniciado bajo el gobierno de Bill Clinton.

Estados Unidos con la Doctrina Bush apelaría, luego de los sucesos del 11 de septiembre de 2001, a una política de tratamiento a países que abrigaban o dan ayuda a grupos terroristas como Estados terroristas; Estados Unidos buscaba deponer regímenes extranjeros que representaran una supuesta amenaza para la seguridad de los Estados Unidos, incluso si esa amenaza no era inmediata, caso Irak; además de implementar algún concepto de democracia y propuesta democratizadora en la región del Medio Oriente.

Intereses Vitales

Tras la importancia que ha generado desde finales de la década del siglo XX, la situación geográfica del Golfo Pérsico y el Medio Oriente, en esa misma medida la política exterior ha estado encaminada a posicionar, los intereses del país en aquella región.

1.- Estados Unidos reafirma sus principios de interés nacional y la seguridad en la región mediante su presencia militar en el Golfo Árabe Pérsico para el control de petróleo.

2.- La solución de los reclamos de los derechos del pueblo palestino había sido un asunto secundario en la agenda de la política exterior estadounidense durante la Guerra Fría, pero en la postguerra se convierte en variable importante para la estabilidad de la región

3.- A partir de 2001, Estados Unidos emprende la “lucha contra el terrorismo” y con ello también el plan de “democratización” en el Medio Oriente (Guerra de Irak 2003). El discurso pro defensa de los derechos humanos y formación de regímenes pro democráticos en aquellos sistemas políticos árabes y persa de esa región, serán constantes más no colindantes con los alianzas, principalmente con el caso de Egipto, Arabia Saudita, Bahrein y Qatar.

Bajo el gobierno de Barack Obama y tras su discurso en El Cairo en 2009, la política exterior de Estados Unidos pareciera querer tomar otro rumbo, dirigido mucho más hacia la cooperación, alejándose de la política de su antecesor, el unilateralismo y los errores cometidos en las invasiones de comienzos de siglo XXI. Sin embargo, está por verse el desenlace de los acontecimientos en Libia y el resto de las acciones, alianzas y posturas que decida emprender Estados Unidos con el resto de los países árabes, sobre todo, sus aliados.

Adriana Boersner Herrera

Twitter: @aboersner

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