A pesar de los problemas internos que sufrimos los venezolanos, la chequera de la diplomacia bolivariana sigue dando para todo. En los últimos meses, el presidente Chávez ha manifestado que “asume completamente “el problema de la vivienda, ha colocado el tema para la discusión en la opinión pública y se ha atrevido a prometer 2 millones de casas para el año 2017 con ayuda principalmente de China y algo de Turquía. Sin embargo, resulta llamativo como el Estado sigue financiando proyectos en el exterior y esta vez Honduras es la nación beneficiada, ya que la semana pasada anunció que utilizará $75 millones de Petrocaribe  para la construcción de casas y represas.

Resultar paradójico que después de la salida de Manuel Zelaya del poder y la victoria de Porfirio Lobo –enemigo acérrimo de Chávez–, Tegucigalpa siga escarbando en los fondos venezolanos. Sin embargo,  no hay que olvidar que desde la adhesión de Honduras a Petrocaribe y el ALBA, Venezuela pasó a ser el principal acreedor financiero del país centroamericano para los años 2008 y 2009 y el ex presidente Zelaya ahora preside Petrocaribe, una ofrenda del ejecutivo nacional para mantenerlo “vivo” políticamente.

Ciertamente ha habido un distanciamiento importante en las relaciones comerciales entre ambas naciones una vez que Lobo fue proclamado como nuevo jefe de Estado. Sin embargo, algunos acuerdos pasados aún siguen vigentes y a nadie le caen mal $75 millones para invertirlo en vivienda. Lo que no queda claro es la mescolanza entre Lobo y Zelaya para tramitar ese monto. Por ser un compromiso de Caracas, la Asamblea Nacional ya aprobó los recursos. A lo mejor es un intento del gobierno de Venezuela para lavarse la cara y ver si compra a otro aliado aunque resulta difícil. Lo que sí está muy claro es que el Estado sigue regalando la plata, mientras que acá la situación de vivienda cada día empeora. Con preguntar a un damnificado obtendremos respuesta.

Por David Smolansky

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