Nelson Bocaranda sobre su pasaporte: "Esto es un abuso más de la dictadura"

 

En días recientes el tema de los pasaportes en Venezuela ha causado mucho revuelo. Por esa razón, la periodista Tamoa Calzadilla, ha hecho un recuento para el portal web de Univisión de todas las personas a las que el Saime les ha anulado el documento de identidad sin orden judicial.

El periodista venezolano Nelson Bocaranda Sardi se disponía a viajar con su esposa Bolivia el pasado 6 de septiembre, cuando oficiales del instituto de extranjería (Saime) en el aeropuerto se lo impidieron. Alegaron que su pasaporte tuvo que ser anulado y se lo quitaron. A una semana del hecho, no ha podido recuperar el documento de identidad, que además tiene impresa la visa estadounidense.

«Esto es un abuso más de la dictadura», dice Bocaranda por teléfono. «No tengo la menor duda, esto no es un error técnico, es una forma de amedrentar, de controlar y dañar a quienes criticamos a este gobierno. No pueden decir que nuestras denuncias no son verdad, pero sí pueden impedirte salir de tu país al quitarte el pasaporte. No les importa violar tus derechos», explica el conductor del programa radiofónico «La cola feliz» en Circuito Éxitos y director del portal Runrunes.es.

Aunque ya han pasado días desde que le quitaron su documento de viaje, Bocaranda sigue sin pasaporte. «Hoy estuve en el Saime, no me dan respuestas». El Saime es el organismo de extranjería venezolano encargado de darle a cada ciudadano su cédula de identidad y pasaporte. Y ahora también de quitárselo, con la única explicación: «es un error técnico y su pasaporte fue reportado como perdido».

El jueves pasado, el periodista Nelson Bocaranda Sardi se dirigió al aeropuerto internacional Simón Bolívar de Maiquetía, cerca de Caracas, para emprender un viaje con su esposa, Bolivia Bocaranda. Iban a Rusia y Uzbekistán para una actividad profondos de SenosAyuda, la organización de apoyo a mujeres con cáncer que dirige Bolivia. Funcionarios del servicio de extranjería venezolano (Saime) le dijeron que había un «error técnico» en la emisión de la prórroga de su pasaporte y «olvídese que hoy no viajará», le dijo una funcionaria.

Acudió a la sede del organismo que emite los documentos de identidad, en el centro de Caracas, pero no le devolvieron su pasaporte. Le dijeron que tardaría varios días «llenar el informe de las autoridades de migración». A estas alturas, ya Bocaranda sabía que había perdido el viaje entero y no había manera de retomarlo.

 

Otra figura de radio

Otra de las voces más importantes de la radio en Venezuela, con mayor influencia y trayectoria, se vio afectada por la anulación de su pasaporte. César Miguel Rondón, también periodista crítico del gobierno, y conductor del programa matutino más escuchado en Venezuela, vivió lo mismo el 17 de mayo de 2017.

«Fue exactamente como le ocurrió a Nelson (Bocaranda): te quitan el pasaporte, con la excusa absurda de que está anulado porque se reportó como perdido». Pero esa vez también se lo quitaron a su esposa, Flor Alicia Anzola -también periodista y conductora de un programa radial – y a dos de sus hijas. «A Bárbara y a María Antonieta que venían conmigo, pero en la lista estaban anotados todos mis cinco hijos, por lo que se han abstenido de ir a Venezuela«, cuenta Rondón a Univision Noticias.

«Mi caso tenía un agravante y es que días atrás, Maduro (el Presidente) me había condenado a la cárcel – en cadena nacional de radio y televisión – por ser supuestamente instigador al odio. Entonces te das cuenta de que se trata de una virtual prohibición de salida del país, que no pasa por el dictamen de ningún tribunal, sin orden judicial de por medio, procuran callarte, cada vez con mecanismos de censura más descarados», cuenta Rondón desde Miami, a donde finalmente pudo llegar: «después de muchas penurias, recuperé mi pasaporte y pude salir del país».

«Cuando te quitan el pasaporte con esa excusa tan estúpida lo que te están es castigándote, el régimen tiene una relación delictiva con los ciudadanos, habida cuenta de que ellos son delincuentes se comportan con los ciudadanos como delincuentes, todo es como un secuestro, una extorsión, fíjate que hay unas personas a quienes para darle el pasaporte aprovechan que tienen alguna notoriedad pública y los ponen a grabar un video de agradecimiento (…)».

El periodista, que sigue conduciendo su programa de radio en Circuito Éxitos cada mañana desde el sur de Florida, se refiere a un grupo de videos que el instituto de extranjería venezolano ha estado publicando, con personajes de la farándula que agradecen en cámara sus gestiones para garantizarles su derecho: tener un documento de identidad.

Ante la incapacidad de generar nuevos documentos de viaje, Venezuela optó por colocar una calcomanía oficial en el pasaporte antiguo que le otorga dos años de vigencia. Sin embargo, el trámite se hace engorroso tanto para los que están en Venezuela como para los que dependen de los consulados. Además, ha desatado una red de corrupción con gestores que cobran en dólares para agilizar el documento, según ha registrado el diario local El Nacional y otros medios internacionales.

Promotores culturales, actrices, humoristas y músicos, aparecen en la campaña institucional del Saime «Hablan los usuarios» diciendo que están agradecidos por lograr la prórroga de la validez de su pasaporte, única oportunidad que tienen los ciudadanos para viajar cuando su pasaporte se ha vencido.

 

Patrón de persecución

A Nelson Bocaranda, César Miguel Rondón y su esposa, se une un grupo de dirigentes políticos de oposición que fueron sorprendidos en el aeropuerto con la anulación de su pasaporte. Con ellos se hace visible un «patrón de persecución por parte del gobierno nacional que limita los Derechos Constitucionales de la disidencia política venezolana», como reseñó el informe ‘Nuevos patrones y agudización de la persecución política’ del Centro para la Paz, Cepaz, en Venezuela, el 18 de diciembre de 2017.

«La anulación arbitraria del pasaporte a los líderes políticos configura una clara violación a los derechos ciudadanos y civiles establecidos en nuestra Constitución, en las Leyes Especiales y en los Tratados y Pactos Internacionales», reza el informe que además recuerda el artículo 50 de la carta magna venezolana: «Toda persona puede transitar libremente y por cualquier medio por el territorio nacional, cambiar de domicilio y residencia, ausentarse de la República y volver».

En el informe refieren que la práctica de anulación de pasaportes se volvió común entre 2016 y 2017 (época de fuertes protestas y represión) y se ejecuta especialmente contra líderes que salen «a denunciar la crisis humanitaria o a importantes giras y reuniones internacionales». Entre ellos, registran el caso del excandidato presidencial Henrique Capriles y Lilian Tintori, activista y esposa del líder opositor Leopoldo López.

También señalan que la justificación fue «la existencia de un error en el pasaporte o la denuncia de la pérdida del mismo». Univision Noticias no pudo obtener una respuesta del Saime sobre este caso. Sin embargo, las personas consultadas y las denuncias realizadas en las redes sociales por las víctimas tienen en común que la respuesta es un error técnico del sistema.

El documento de Cepaz señala con nombres y apellidos a algunas víctimas de esta práctica, pero advierte que hay otro grupo que prefirió denunciar bajo condición de anonimato.

 

El miedo de entrar a tu país

En octubre de 2016, la locutora, presentadora y actriz, Érika De La Vega, viajó a Venezuela desde Miami para presentar su monólogo ‘Tú no sabes quién soy yo’. En la campaña presidencial de 2012 de Henrique Capriles Radonski, De La Vega había ofrecido un discurso de respaldo y apoyó activamente la oposición al gobierno chavista.

Al llegar al aeropuerto, le fue retenido su pasaporte y la hicieron esperar largas horas. Le dijeron que la persona que «autoriza que entres al país» no les atendía el teléfono. Después de unas dos horas la dejaron salir del aeropuerto hacia Caracas, pero sin pasaporte.

«No sabía cómo iba a devolverme a Miami, donde estaba mi familia, me angustié horrible, sentí paranoia de que me podían hacer algo, para involucrarme en algo. Empecé a hacer trámites, a hablar con gente, iba a la sede del Saime sin decir nada en las redes sociales, sin hacer escándalo porque me decían que me podían ayudar a obtener un pasaporte, pero que me quedara calladita. Fue una pesadilla. Hasta que el avión de regreso no despegó no respiré tranquila», relata De La Vega, quien no había contado abiertamente su experiencia desde entonces.

 

*Puede ver la nota en Univisión