El Pitazo: la calidez venezolana se apropió de un quirófano en La Coruña - Runrun
El Pitazo: la calidez venezolana se apropió de un quirófano en La Coruña
El pasado 1º de agosto, el quirófano de la Maternidad HM Belén de La Coruña, fue el lugar donde una cesárea transformó el espacio en una pequeña Venezuela. Ese día, Gabriela y William Marcano, se preparaban para recibir a su primera hija, Olivia, luego de tres años de haber abandonado sus carreras como enfermeros y emprender la búsqueda de un mejor futuro para una próxima familia. En una entrevista exclusiva, el departamento Audiovisual de El Pitazo, pudo conocer los detalles de lo que allí sucedió

Departamento audiovisual de El Pitazo
El parto, que tenía características de alto riesgo, estuvo bajo la dirección de la gineco-obstetra venezolana, Lorena Araujo Fagre, quien reside en esa región desde hace dos años y medio, luego que tuviera que renunciar a la práctica profesional en el país, por el deterioro de la calidad de vida, la insuficiencia económica y la presión de labrar nuevas oportunidades para su hijo.

La identificación y solidaridad de los venezolanos emigrantes hicieron que la enfermera Yaileth Padillo propusiera a la doctora anestesióloga Carolina Pérez cambiar su turno de trabajo para asistir a la cesárea, quien de buena voluntad y sintiéndose a gusto, aceptó completar un equipo preparado en las mejores universidades de Venezuela, que por ahora demuestra su profesionalismo y experiencia, lejos de su primer hogar.

La unión de todos estos venezolanos generó un momento único, cuando decidieron cantar la canción “Venezuela” a la pequeña Olivia, como bienvenida a una vida llena de múltiples sueños y posibilidades. La interpretación a capella de Carolina, y grabada por William, el papá de Olivia, sin que nadie se percatara de ello, se convirtió inmediatamente en un video viral. La conmovedora ceremonia voló por las redes, como un homenaje a la tierra que vio crecer y realizarse a tantos profesionales, que hoy conforman una diáspora a nivel mundial que donde quiera que esté, lucha por mantener la grandeza y la belleza de la nación que tuvieron que dejar.

En el caso de Lorena, Yaileth y Carolina, ellas no dejan de agradecer y destacar, que todas las puertas que se les abren en nuevos mundos, se debe a la excelencia educativa y médica que las forjó por años. Una práctica profesional, muy al estilo venezolano, que viene empaquetada en la pasión, la entrega, la ética, la calidez y el afecto por sus pacientes, y que les permite mantener la esperanza de regresar en el momento propicio para contribuir con la reconstrucción del país.