La identificación y solidaridad de los venezolanos emigrantes hicieron que la enfermera Yaileth Padillo propusiera a la doctora anestesióloga Carolina Pérez cambiar su turno de trabajo para asistir a la cesárea, quien de buena voluntad y sintiéndose a gusto, aceptó completar un equipo preparado en las mejores universidades de Venezuela, que por ahora demuestra su profesionalismo y experiencia, lejos de su primer hogar.
La unión de todos estos venezolanos generó un momento único, cuando decidieron cantar la canción “Venezuela” a la pequeña Olivia, como bienvenida a una vida llena de múltiples sueños y posibilidades. La interpretación a capella de Carolina, y grabada por William, el papá de Olivia, sin que nadie se percatara de ello, se convirtió inmediatamente en un video viral. La conmovedora ceremonia voló por las redes, como un homenaje a la tierra que vio crecer y realizarse a tantos profesionales, que hoy conforman una diáspora a nivel mundial que donde quiera que esté, lucha por mantener la grandeza y la belleza de la nación que tuvieron que dejar.
En el caso de Lorena, Yaileth y Carolina, ellas no dejan de agradecer y destacar, que todas las puertas que se les abren en nuevos mundos, se debe a la excelencia educativa y médica que las forjó por años. Una práctica profesional, muy al estilo venezolano, que viene empaquetada en la pasión, la entrega, la ética, la calidez y el afecto por sus pacientes, y que les permite mantener la esperanza de regresar en el momento propicio para contribuir con la reconstrucción del país.