¿Por qué el terremoto de México del 16F no fue tan destructivo? - Runrun
¿Por qué el terremoto de México del 16F no fue tan destructivo?

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El sismo que sacudió la tarde del 16 de febrero a la Ciudad de México tuvo una magnitud de 7,2 grados según el Servicio Sismológico Nacional (SSN) mientras que el ocurrido el 19 de septiembre de 2017 fue de 7,1 grados. Si el más reciente tuvo una mayor magnitud que el anterior, ¿por qué el sismo de hoy no fue tan destructivo como el de septiembre pasado?

Hay que recordar que el sismo del 19 de septiembre, cuyo epicentro se registró en los límites de los estados de Puebla y Morelos, se produjo en la placa geológica de Cocos, en el sitio donde comienza su caída bajo la placa norteamericana. El epicentro de aquel sismo se localizó a 120 kilómetros de la Ciudad de México y a 12 kilómetros al sureste del poblado de Axochiapan, Morelos.

Por su parte, el sismo del pasado viernes tuvo su epicentro en Pinotepa Nacional, Oaxaca, es decir, el epicentro fue a más de 600 kilómetros de distancia, lo que indica que la capacidad destructiva de un sismo depende de la combinación de varios factores, entre ellos la distancia.

El epicentro es el punto en la superficie justo arriba donde el terremoto se origina y es el lugar donde usualmente es mayor la intensidad del terremoto, entre más lejos se encuentre una población del epicentro, menores serán los daños ocurridos.

Se debe  tener claro la diferencia entre magnitud e intensidad. La primera hace referencia a la cantidad de energía liberada por un sismo, mientras que la segunda se refiere a qué tan fuerte fue percibido el movimiento por las personas de acuerdo con su ubicación.

Otro factor clave son las normas de construcción que tengan las localidades, entre más efectivas y estrictas, menos daños ocurrirán en la zona.

Todos esos factores combinadas darán como resultado la cantidad de pérdidas que se tendrán a consecuencia de un movimiento telúrico.