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Con una abrumadora victoria del «Sí» culminó la jornada del referendo independentista catalán, marcada por la represión de las fuerzas del Estado contra los votantes, la cual dejó al menos 884 heridos.
Según la Generalitat, 2.020.144 de personas (90,09%) votaron en favor de separarse de España, mientras que 176.565 electores (7,87%), decidieron negarse a esa opción. Hubo 45.586 votos en blanco (2,03%) y 20.129 nulos (0,89%).
En total, 2.262.424 de personas expresaron su voto en una región que tiene 5,3 millones de electores. Así, la abstención se sitúa en 42,6%.
Justo antes del anuncio, el presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, dijo que mantendría su compromiso de declarar la independencia de manera unilateral si el «sí» ganaba.
«Los ciudadanos de Cataluña nos hemos ganado el derecho a tener un Estado independiente», afirmó Puigdemont en un discurso televisivo después del cierre de los centros de votación.
«Hoy, el Estado español escribió otra vergonzosa página en su historia con Cataluña», agregó.
Señaló que, de acuerdo con una ley aprobada por el parlamento catalán, si el voto a favor rebasa el 50%, la declaración de independencia será emitida 48 horas después del referendo sin tomar en cuenta la abstención en las urnas.
Aunque el Tribunal Constitucional de España había suspendido esa ley, el gobierno de Puigdemont decidió seguir adelante con la consulta.
Policías antimotines irrumpieron a la fuerza en centros de votación en Cataluña para tratar de impedir el referéndum y dispararon balas de goma y usaron macanas contra las personas que les impedían confiscar las boletas. En varias ocasiones, los agentes golpearon y patearon a electores.
Por lo menos, 844 civiles y 33 agentes resultaron heridos durante el intento de la policía española para detener la votación. Las autoridades dijeron que dos personas están graves y una más tuvo una lesión ocular que se ajusta al perfil de haber sido golpeada por una bala de goma.
Al respecto, Puigdemont dijo que debía «hacer una apelación directa a Europa» para que examine las violaciones a los derechos humanos en las que incurrió el gobierno español el domingo.
Más temprano, la alcaldesa de Barcelona pidió la renuncia del presidente del gobierno español Mariano Rajoy, tras los incidentes donde policías antidisturbios fueron captados en video golpeando y pateando a la población para impedir el referendo independentista catalán
«Rajoy ha sido un cobarde, escondiéndose detrás de los fiscales y los tribunales, hoy ha cruzado todas las líneas rojas con las acciones policiales contra personas normales, ancianos y familias que defendían sus derechos fundamentales», dijo Ada Colau a la televisora TV3.
Con información de AP y El País.
