Almagro exige que el diálogo en Venezuela no se base en el "reparto de poder"
Almagro exige que el diálogo en Venezuela no se base en el «reparto de poder»

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El secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, exigió hoy que la negociación que han retomado el Gobierno y la oposición en Venezuela no se base en el «reparto de poder» sino en «la redemocratización del país».

«Exigimos que no se negocie la paz, la democracia ni la libertad, porque son nuestros bienes más altos y son irrenunciables, no podemos permitir que el Régimen haga abdicar de sus bienes más altos a los venezolanos», indicó hoy Almagro en su cuarto informe sobre la situación en Venezuela.

«Paz, democracia y libertad deben ser el resultado del diálogo, y no materia de negociación. Las partes en diálogo deben escuchar la voz de la OEA en la defensa de sus principios, que son los que le darán garantías al pueblo venezolano», agregó.

En un vídeo de casi siete minutos, en el que resume las conclusiones de su documento de 49 páginas, el excanciller uruguayo subraya que «ninguna negociación debe estar basada en el reparto de poder, sino en la redemocratización del país».

Estas son las primeras consideraciones de Almagro tras el anuncio del nuevo intento de diálogo entre el Gobierno y la oposición de Venezuela que comenzó con unos encuentros hace dos semanas en República Dominicana y está previsto que continúe el próximo 27 de septiembre.

Almagro pidió asimismo «admitir que la situación actual de la República Bolivariana de Venezuela representa un riesgo para la paz y seguridad hemisférica, debido a la grave crisis humanitaria y migratoria y los vínculos comprobados de estructuras del Estado con el crimen organizado internacional».

Además, volvió a reclamar «que la comunidad internacional continúe aplicando sanciones cada vez más duras contra el régimen y sus autoridades».

Y enumeró las peticiones que, a su juicio, se deben hacer al Gobierno de Venezuela: anulación del proceso de Asamblea Constituyente, cese inmediato de la represión, liberación de todos los presos políticos, «retorno al orden constitucional», realización de elecciones «libres, justas y universales, a la brevedad y con observación internacional calificada».

Y también «la investigación a gran escala de los actos de figuras clave del Régimen y sus subordinados, para garantizar la rendición de cuentas por los crímenes cometidos contra la población civil».

Al respecto, Almagro ha promovido en la OEA la iniciativa insólita de celebrar cuatro audiencias con el fin de que un grupo de expertos independientes determine a final de octubre si hay fundamento para denunciar a las autoridades de Venezuela ante la Corte Penal Internacional (CPI) por crímenes de lesa humanidad.

La OEA no puede enviar un caso al tribunal de La Haya como institución, pero sí cualquiera de los 28 Estados miembros del organismo que son parte también del Estatuto de Roma, el tratado fundacional de esa corte.

En los 15 años de la CPI, ningún Estado del mundo ha denunciado a otro, por lo que sería histórico que alguno de los países americanos lo hiciera ahora con Venezuela.