Venezolanos en Florida: Unos optaron por salir, otros se quedaron esperando a Irma
Venezolanos en Florida: Unos optaron por salir, otros se quedaron esperando a Irma

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Rafael y Daniela evaluaron la posibilidad de abandonar Florida cuando en los noticieros locales comenzaron a decir que el huracán Irma iba a tocar con intensidad ese estado. Radicados en la ciudad de Orlando desde hace dos años, la pareja oriunda de Guanare investigó, ponderó y a la final encendió su carro para emprender una larga travesía hacia Texas, odisea que les llevó dos días de camino.

«Rafa» fue a la tienda por departamentos Walmart y adquirió dos bultos de agua mineral, además de otros víveres en función de encarar el trayecto de más de diez horas de duración. «Había demasiado tráfico, muchos accidentes y retenciones, salimos el viernes a las 5 de la mañana de Orlando y luego de horas manejando debimos quedarnos en un hotel en la carretera porque estábamos muy cansados», dijo Daniela, quien tiene un avanzado embarazo.

Daniela y Rafael fueron solo unos de los tantos venezolanos que partieron del veraniego estado en búsqueda de protección frente al fenómeno que ha causado destrucción y caos en el Caribe. Cuentan que no ha sido fácil enfrentar la incertidumbre y la escasez de algunos productos. «Por ejemplo, gasolina si hay, pero hay que meterse a la ciudad como tal en cualquier salida y buscar una estación de servicio porque las de la autopista están todas llenas y la que no está colapsada es porque ya no tiene», enfatizó Daniela.

Reportes de prensa indican que la velocidad promedio de un vehículo en la Turnpike (autopista que atraviesa toda Florida) es de 30 millas por hora.

Herman, medico veterinario especializado en caballos, debió viajar desde Hollywood Beach al norte de Miami a Boynton Beach, donde hay un albergue con mayor protección para los animales. «Aquí hay un centro de entrenamiento donde las caballerizas son más nuevas, construidas con cemento luego de Andrew, donde nos alojamos hay vidrios anti huracanes, nos sentimos más seguros».

Herman tuvo una especie de «deja vú venezolano» antes de desplazarse por el asfalto floridano, cuando en tiendas presenció falta y regulación de productos. «Ya el miércoles no había agua en Walmart y Publix, mientras que en Target la estaba racionando. La parte de los enlatados estaba totalmente vacía y daban un pan por persona. Solo había gasolina premiun y no permitían poner más de 15 dólares».

Pero no todos optaron por emprender una de T0m Cruise en «La Guerra de los Mundos», Ronald decidió junto a su esposa e hijo quedarse en Miami. «Vivo en un edificio que en teoría posee una infraestructura capaz de resistir los embates de un huracán de esa categoría, fueron estructuras que se hicieron luego del huracán Andrew y que cumplen todas las normas establecidas por las autoridades, preferí esto a estar vagando por una carretera», señaló el nacido en Coro, estado Falcón.

A Ronald le conforta el hecho de que el ojo de Irma aparentemente ya no pasará por Miami y el huracán se está desplazando a la costa oeste. «También nos tiene un poco tranquilos que los gobiernos locales, estatales y nacionales se han comportado a la altura, la policía trabaja las 24 horas, han dispuesto de muchos refugios y las autoridades dan reportes con bastante frecuencia».

Tanto a Ronald como al resto de los venezolanos que hacen vida en Florida, les toca cruzar los dedos y hacer que la naturaleza se apiade de ellos.