Alegres, pero sin descuidar la seguridad, recibieron el año nuevo en Europa y América
Alegres, pero sin descuidar la seguridad, recibieron el año nuevo en Europa y América

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Desde Estambul a París, pasando por Orlando, Bruselas o Uagadugú, la lista de urbes golpeadas por ataques yihadistas fue muy larga en 2016.

A pesar de todo, millones de personas salieron a las calles en Oceanía, Asia, Oriente Medio, África, Europa y América para festejar la llegada de un año plagado de incertidumbres políticas y geopolíticas.

En Nueva York, 165 vehículos «bloqueadores», como camiones de la limpieza, fueron colocados en «lugares estratégicos» y principalmente en las inmediaciones de Times Square, donde más de un millón de personas asistieron a la tradicional caída de la bola que anuncia el cambio de año.

En Berlín, las autoridades colocaron bloques de hormigón y vehículos blindados en las arterias que conducen a la Puerta de Brandeburgo. En Colonia, el número de agentes se multiplicó por 10 para evitar que se repita la ola de agresiones sexuales cometidas por migrantes que tuvo lugar el año pasado.

Los dispositivos de seguridad también se reforzaron en Roma, y especialmente en torno a la basílica de San Pedro, donde el papa Francisco habló en el tradicional Te Deum para dedicarlo a la juventud, con la que la sociedad tiene una «deuda», según el pontífice.

Tras una Nochevieja sobria en 2015 en la estela de los atentados del 13 de noviembre, París vuelve a ser una fiesta. Medio millón de personas se congregaron en los Campos Elíseos. Pero la seguridad será máxima, con casi 100.000 policías, gendarmes y militares movilizados en toda Francia.

En Moscú, el acceso a la Plaza Roja estaba restringido, por segundo año consecutivo, a solamente 6.000 invitados.

El presidente ruso, Vladimir Putin, consideró en su mensaje de fin de año que 2016 fue un año «difícil» pero instó a los rusos a creer en su país y a permanecer unidos.