El líder conservador y conocido analista político Marcelo Rebelo de Sousa se convirtió este domingo en el nuevo presidente de Portugal.

«Quiero recrear la pacificación social, económica y política en Portugal. Es hora de pasar página», dijo Rebelo de Sousa, en su primera declaración.

«Lo primero que quiero es fomentar la unidad nacional, cicatrizando heridas y construyendo puentes. Cuanto más juntos más fuertes seremos», agregó.

Rebelo de Sousa, de 67 años, obtuvo 52% de los votos en unos comicios donde la abstención alcanzó una cifra idéntica.

Aun así, la tradicional abstención de los portugueses no llegó a equipararse a la de las elecciones presidenciales de 2011, cuando registró niveles históricos.

En segundo lugar quedó Sampáio da Nóvoa, con 22% de los votos, seguido por Marisa Matías, del Bloque de Izquierda -organización hermana del español Podemos- con un 10%, que proporcionó la sorpresa de la jornada al duplicar los votos del candidato comunista Edgar Silva.

Rebelo de Sousa, apodado «el profesor», es militante del Partido Socialdemócrata desde 1974 pero presentó su candidatura de manera independiente y costeó su modesta campaña con dinero de su propio bolsillo. Fue la campaña electoral más barata.

Rebelo de Sousa asumirá el cargo en marzo en sustitución del también conservador Aníbal Cavaco Silva, jefe de estado durante la última década. Portugal vive un momento de recuperación económica, tras un largo período de crisis y de aplicación de severas políticas de austeridad.