El presidente de Rusia, Vladimir Putin, firmó este sábado un decreto que establece restricciones económicas contra Turquía, como una medida de seguridad del Estado ruso.
Esta disposición presidencial ocurre en medio del conflicto en las relaciones entre ambos países tras el derribo, el martes pasado, de un avión militar bombardero ruso Sukhoi 24 (SU24) por un misil procedente de un avión turco F-16, que cayó a un kilómetro de la frontera entre Siria y Turquía mientras realizaba acciones de lucha contra el terrorismo.
El decreto presidencial, reseñado en el portal digital RT Noticias, establece: «Prohibir las importaciones de ciertos productos procedentes de Turquía; prohibir o suspender la actividad de las empresas que se encuentran bajo jurisdicción turca; prohibir a los empleadores rusos contratar a ciudadanos turcos a partir del 1º de enero de 2016; enviar a Turquía de manera urgente una notificación sobre cambios en las leyes migratorias, concretamente sobre la suspensión de la política de exención de visados para los ciudadanos de Turquía que estaba en vigor desde 2011. Esto implicaba que los ciudadanos turcos podían permanecer en Rusia 30 días y los rusos 60 días en Turquía, ambos sin necesidad de obtener un visado».
Asimismo, decreta «suspender la colaboración con el sector turístico turco por parte de las empresas turísticas rusas; cancelar todos los vuelos chárter entre Rusia y Turquía mientras el decreto actual siga en vigor y aumentar el control fronterizo en las aguas del mar Negro y del mar de Azov para prevenir la permanencia y el tránsito ilegales de embarcaciones extranjeras en los puertos marítimos de Rusia».
De acuerdo con el portal digital Sputnik Mundo, el Mandatario ruso ordenó al Gobierno elaborar medidas en los sectores económico y humanitario en respuesta al acto de agresión turca.
El primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, comunicó que las medidas no tendrán un plazo determinado y su prolongación dependerá de cómo se desarrollen las relaciones entre las dos naciones.
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El presidente de Rusia, Vladimir Putin, firmó este sábado un decreto que establece restricciones económicas contra Turquía, como una medida de seguridad del Estado ruso.
Esta disposición presidencial ocurre en medio del conflicto en las relaciones entre ambos países tras el derribo, el martes pasado, de un avión militar bombardero ruso Sukhoi 24 (SU24) por un misil procedente de un avión turco F-16, que cayó a un kilómetro de la frontera entre Siria y Turquía mientras realizaba acciones de lucha contra el terrorismo.
El decreto presidencial, reseñado en el portal digital RT Noticias, establece: «Prohibir las importaciones de ciertos productos procedentes de Turquía; prohibir o suspender la actividad de las empresas que se encuentran bajo jurisdicción turca; prohibir a los empleadores rusos contratar a ciudadanos turcos a partir del 1º de enero de 2016; enviar a Turquía de manera urgente una notificación sobre cambios en las leyes migratorias, concretamente sobre la suspensión de la política de exención de visados para los ciudadanos de Turquía que estaba en vigor desde 2011. Esto implicaba que los ciudadanos turcos podían permanecer en Rusia 30 días y los rusos 60 días en Turquía, ambos sin necesidad de obtener un visado».
Asimismo, decreta «suspender la colaboración con el sector turístico turco por parte de las empresas turísticas rusas; cancelar todos los vuelos chárter entre Rusia y Turquía mientras el decreto actual siga en vigor y aumentar el control fronterizo en las aguas del mar Negro y del mar de Azov para prevenir la permanencia y el tránsito ilegales de embarcaciones extranjeras en los puertos marítimos de Rusia».
De acuerdo con el portal digital Sputnik Mundo, el Mandatario ruso ordenó al Gobierno elaborar medidas en los sectores económico y humanitario en respuesta al acto de agresión turca.
El primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, comunicó que las medidas no tendrán un plazo determinado y su prolongación dependerá de cómo se desarrollen las relaciones entre las dos naciones.
