La canciller alemana, Angela Merkel, subrayó hoy la importancia de mantener la unidad europea e internacional para defender la libertad y los valores atacados por los terroristas en París y para encontrar a los culpables de los atentados.

En una breve comparecencia ante la prensa antes de reunirse en Berlín con el canciller austriaco, Werner Faymann, para abordar la crisis de los refugiados, Merkel reiteró su apoyo total a Francia.

«Sabemos que es un atentado contra nuestros valores fundamentales, nuestro modo de vida y nuestra libertad», añadió Merkel para reclamar la necesidad de unidad.

Ante la crisis de los refugiados, abogó de nuevo por poner «orden» en las fronteras exteriores de la UE y por establecer un mecanismo permanente y «justo» de distribución de los solicitantes de asilo entre los socios europeos.

Tras los roces registrados hace unas semanas, cuando Alemania acusó a Austria de enviar a la frontera autobuses con refugiados sin ningún tipo de aviso ni coordinación, Merkel afirmó que ha habido «grandes avances» y que los flujos están «mucho más ordenados que al principio».

No obstante, recordó que la solución de la crisis exige poner «orden» en las fronteras exteriores y que comiencen a funcionar cuanto antes los centros de registro en Italia y Grecia.

Esas instalaciones, añadió, deben ser también centros de reparto de solicitantes de asilo entre los países europeos y de devolución de quienes no tengan derecho al asilo.

Merkel ratificó su compromiso de apoyar a Grecia y de reforzar la Frontex, la agencia europea de control de fronteras, al tiempo que aseguró que seguirá luchando por un mecanismos «permanente» de distribución de los refugiados en Europa.

El canciller austriaco defendió la decisión de abrir temporalmente las fronteras que adoptaron él y Merkel a principios de septiembre y, antes quienes critican el efecto llamada que pudo generar, aseguró que no había otra opción ante la situación humana que se vivía en Hungría.

Faymann respaldó la apuesta de la UE por impulsar la cooperación con Turquía para que aumente la vigilancia de sus costas y mejore la situación de los campos de refugiados en el país, punto de partida de muchos de los solicitantes de asilo que llegan a Europa.

«No hay soluciones fáciles que sean serias o sostenibles», recalcó el canciller tras recalcar que «no tiene sentido» pedirle a Grecia que se enfrente en solitario al problema.