«Me es grato enviar un cordial saludo a vuestra excelencia, manifestando mi afecto y cercanía por el pueblo venezolano, a la vez que pido al Señor abundantes gracias que le ayuden a progresar cada día más en solidaridad y pacífica convivencia«, señala el mensaje.
Lo envió al tiempo que atravesaba el espacio aéreo venezolano para llegar a la capital ecuatoriana, Quito, punto de partida de su viaje a América Latina que también le llevará a Bolivia y Paraguay hasta el próximo domingo día 12 de julio.
Remitir una misiva a las autoridades de los países que sobrevuela es una acto habitual en los viajes pastorales del pontífice.
El Papa Francisco dejó ver su sencillez en Quito
Bajo un cielo encapotado el Papa Francisco aterrizo exactamente a las dos y cuarenta y cuatro de la tarde en el Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre de la ciudad de Quito.
Al momento de abrirse la compuerta del Airbus A330-200 de la compañía Alitalia el cielo se despejo de una forma impresionante y el Papa, con una cálida sonrisa, saludo al Ecuador.
Su Santidad se vio sorprendido por una fuerte brisa que hizo volar su solideo, pero su sonrisa fue aún mayor, dejando ver su sencillez por el pequeño percance. La bienvenida estuvo a cargo del presidente Rafael Correa y de su esposa Anne Malerbe, quienes lo recibieron con un fuerte abrazo.
El Papa rompió el protocolo cuando se acercó a saludar a un grupo de niños vestidos con trajes típicos, colocados a ambos lados de la alfombra roja en la pista del aeropuerto. Los pequeños representaban las nacionalidades indígenas del Ecuador.
En la ceremonia de bienvenida, la Orquesta Sinfónica Infantil Juvenil estuvo a cargo de la interpretación de los respectivos himnos. El presidente Correa le dijo al Papa «bienvenido al país megadiverso más compacto del mundo».
El primer mandatario ecuatoriano recordó que «los argentinos muy orgullosos dicen que ‘el Papa es argentino’; mi querida amiga, Dilma Rousseff, presidenta de Brasil dice, ‘bueno el Papa será argentino, pero Dios es brasileño'»; a esto Correa agregó, «por supuesto el Papa es argentino, probablemente Dios es brasileño, pero seguro el paraíso es ecuatoriano». (PUEDE LEER LA RESEÑA COMPLETA DE EL UNIVERSAL, AQUÍ)
* Con información de EFE y El Universal
