Tal como se anticipaba desde ayer, en el marco del restablecimiento de relaciones entre los dos países, Estados Unidos y Cuba reabrirán sus respectivas embajadas en La Habana y Washington el próximo 20 de julio.
El presidente estadounidense, Barack Obama, confirmó hoy formalmente la reapertura, un avance que se convertirá en uno de los gestos más importantes de su mandato en política exterior, y además pidió al Congreso de su país que vote el levantamiento del embargo a Cuba.
En un discurso corto discurso desde la Casa Blanca, Obama pidió al Congreso de su país que “escuche al pueblo cubano y escuche al pueblo estadounidense” y vote el levantamiento del bloqueo. En ese sentido, remarcó que “no se puede secuestrar el futuro” de la isla “por lo que sucedió en el pasado” y reconoció que “la política de aislamiento no funcionó”.
«Ahora el Congreso debe actuar sobre el embargo contra Cuba», dijo, subrayando que «el embargo no funcionó durante 50 años». Afirmó que los esfuerzos para aislar a Cuba no tuvieron el efecto deseado sino que tuvieron el opuesto. “El progreso que marcamos hoy es una demostración más que no tenemos por qué ser prisioneros del pasado.
«Así es cómo se ven los cambios» – Barack Obama
Cuando algo no funciona podemos y haremos cambios», dijo al reconocer que Estados Unidos ha estado aferrado a una política que no funcionaba. «Hace un año no parecía que hoy volveríamos a izar la bandera de Estados Unidos… Esto es cómo se ve el cambio», añadió.
BREAKING: Watch @POTUS announce that the U.S. has agreed to formally reestablish diplomatic relations with #Cuba. http://t.co/2lbPUTcuKz
— The White House (@WhiteHouse) July 1, 2015
Obama resaltó que este paso va “más que alzar las banderas, que es algo simbólico” y celebró que “la opinión pública de ambos países” respalde las negociaciones.
Al hablar sobre la reapertura de las embajadas, Obama dijo que se trataba de un «paso histórico» en la relación de los dos países, y adelantó que el secretario de Estado, John Kerry, viajará a La Habana para izar la bandera estadounidense en la nueva sede diplomática. “Somos vecinos; ahora podemos ser amigos”, señaló el mandatario.
El presidente estadounidense aseguro que con esta reapertura, buscarán nuevas formas de ayudar a los cubanos en temas de interés común, aunque admitió que entre ambos gobiernos habrá “profundas diferencias”, como en el caso de la libertad de expresión y el acceso de información.»
* Con información de El Clarín,
