Dilma Rousseff visita México para profundizar la relación económica
Dilma Rousseff visita México para profundizar la relación económica

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Las dos grandes economías de América Latina se reúnen este martes para afinar su relación comercial. La presidenta brasileña Dilma Rousseff comienza su primera visita de Estado a México con una agenda principalmente económica bajo el brazo. Un reflejo de la importancia de ambos países en la región que juntos representan el 62% del Producto Interno Bruto (PIB) de América Latina. Entre México y Brasil también se concentran un 58% de las exportaciones y un flujo de mercancías de 9.000 millones de dólares.

El secretario de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade, recibió a Rousseff el lunes en el aeropuerto, pero la agenda de la visita comenzará el martes con una reunión entre la mandataria y Peña Nieto, con quien firmará varios acuerdos sobre protección de inversiones, turismo y cooperación comercial. Esta es la quinta ocasión en la que la mandataria se reúne con el presidente mexicano, pero es la primera vez en cinco años que lo hace en México.

Expertos y diplomáticos resaltaron que el hecho de que sea la primera visita de Estado de Brasil a México en lo que va de las dos administraciones de Rousseff significa un logro en la relación bilateral.

«La visita misma es la noticia más importante», expresó Cecilia Soto, exembajadora de México en Brasil, quien resaltó que Rousseff sólo viajó a territorio mexicano a la cumbre del G20 en 2012.

La visita de la presidenta brasileña ocurre en un momento clave para ambos países. Mientras México busca el despegue de las reformas en el ámbito económico, Brasil se enfrenta a un estancamiento de sus indicadores.

El intercambio entre ambos países, señala el Ministerio de Exteriores de México, también se ha incrementado desde 2013 tras la eliminación del visado. En 2014, Brasil ocupó el sexto puesto de visitantes internacionales en México, recibió en 2014 casi 310.000 turistas brasileños cuando en 2005 sólo recibía 78.000, por lo que los dos gobiernos buscarán impulsar el turismo entre sus ciudadanos. Brasil siempre ha visto el acercamiento de México a Estados Unidos con recelo, según Oliver Stuenkel, profesor de relaciones internacionales en la Fundación Getúlio Vargas. Sin embargo, el académico consideró que la relación mejoró precisamente con la eliminación de las visas. «Ambos países están interesados en fortalecer la CELAC frente a los desafíos regionales», agregó Stuenkel sobre el bloque regional Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños.

Otro sector en el que México y Brasil poseen el liderazgo es el automotriz: apenas el año pasado la industria mexicana rebasó a la brasileña en la producción de coches, aunque ambos se mantienen como los mayores exportadores de vehículos del continente.

Fuera de la economía, otras áreas preocupan a los mandatarios.

Para Rousseff es el caso de corrupción en la empresa más grande de Brasil, la estatal Petrobras. La petrolera reconoció en abril que una intriga de sobornos en el que presuntamente participaban exdirectores de la empresa y líderes de compañías de construcción e ingeniería resultó en una pérdida de 2.100 millones de dólares a lo largo de ocho años.

Por su caso, México enfrenta un gran reto en seguridad pública. Entre la población crece la desconfianza en las acciones del gobierno de Enrique Peña Nieto para enfrentar al narcotráfico desde la desaparición de 43 estudiantes en septiembre. El viernes, 42 personas murieron en lo que las autoridades dijeron fue un tiroteo entre fuerzas federales y un cártel de drogas.

Rousseff llega a México después de recibir, la semana pasada, al primer ministro chino Li Keqiang que ha anunciado inversiones de 50.000 millones de dólares, un gesto del interés de China de acercarse a América Latina. Ahora Brasil busca integrarse con los líderes económicos de la región.

*Con información de El País y The Associated Press