El embajador colombiano en Venezuela, Luis Eladio Pérez, dejará el cargo el 31 de diciembre tras ser recriminado por su propio gobierno por una declaración sobre el asesinato de un diputado chavista, registró la Agencia Asociated Press (AP) la tarde del 26 de diciembre de 2014. Pero era crónica anunciada, pues el impasse provocado por el caso de la investigación del crimen contra Robert Serra le había puesto plomo en el ala a la relación diplomática.

«Yo presenté la renuncia irrevocable el 14 de noviembre y la aceptaron, creo, hace tres días», dijo Pérez telefónicamente a The Associated Press. Sin embargo, declinó comentar públicamente sobre las razones de su renuncia. En breve conversación telefónica desde Miami se limitó a decir: «Yo no me quedaba ni un minuto más» en la embajada.

La Cancillería colombiana confirmó a AP haber recibido de la renuncia de Pérez y la respectiva aceptación por su carácter «irrevocable». No entregaron otros detalles de inmediato.

El ex embajador deja la representación diplomática luego de recibir un llamado de atención público de la canciller María Ángela Holguín, luego de que el embajador aclarara que el presunto responsable del asesinato de un diputado chavista no era colombiano sino venezolano.

Declaró a una cadena de radio en Caracas que Leiva Padilla Mendoza, alias «El Colombia», y presunto responsable del asesinato del diputado chavista Robert Serra, no era colombiano sino venezolano. En respuesta a las múltiples acusaciones que voceros del Gobierno venezolano hicieron desde el segundo día del brutal asesinato, encabezadas por el propio presidente Nicolás Maduro y que una investigación de Runrun.es mostró. Las declaraciones y el dedo acusador hacia el vecino país se adelantaron a las investigaciones e imputaciones, y se pudo conocer que fue la gota que derramó el vaso de la paciencia del diplomático de carrera, quien estuvo secuestrado por las FARC durante 7 años, junto con otros políticos, entre ellos Ingrid Betancourt.

Por la muerte de Serra ,el 1 de octubre en Caracas, las autoridades venezolanas han capturado, entre otros, a dos funcionarios policiales que hacían las veces de escoltas del congresista y a alias «El Colombia», a quien señalan de liderar una banda paramilitar colombiana.

La declaración de Pérez fue considerada como una actitud «falta de respeto» hacia Venezuela por el presidente del parlamento de este país, Diosdado Cabello, que calificó las palabras del embajador colombiano como una intromisión en asuntos internos.

El también senador colombiano, Luis Eladio Pérez, ingeniero de 61 años, fue liberado el 28 de febrero de 2008 junto a otros tres cautivos, gracias a las gestiones humanitarias hechas entre otros por el gobierno del entonces presidente Hugo Chávez. En las fotos y video de su liberación se le ve abrazar efusivamente a Piedad Córdoba y a parte de la delegación que fue a su encuentro.

Tras su liberación, escribió el libro «7 años secuestrado por las FARC», en el que revela detalles de la crueldad de sus captores, su amistad con Betancourt, el hijo y relación cautiva de Clara Rojas y prácticas del grupo guerrillero. Al final esboza un mapa de lo que pudo ser la ruta de su cautiverio y analiza la situación de solvencia que le otorga el narcotráfico al grupo subversivo. Estaba de embajador en Lima, Perú, cuando fue llamado en agosto de 2013 a Caracas. Ya es conocida la delicada y frágil relación entre ambos países, tema que ha tenido su punto álgido con la tendencia a culpar de casi todo el acontecer nacional al paramilitarismo colombiano y al expresidente Álvaro Uribe, crítico acérrimo del gobierno madurista.