Los incrementos autorizados por la Sundde estuvieron por debajo de la inflación acumulada desde que se fijaron los precios
El jabón de baño, detergente, lavaplatos, cera para pisos, cloro, pañales, suavizante, desodorante, afeitadora desechable, crema dental, champú y toallas sanitarias tienen algunas cosas en común: todos figuran en el último informe del Cendas como productos escasos y todos han tenido aumentos de precio en los últimos 15 días.
Las productoras y comercializadores de artículos de higiene y cuidado personal tenían desde abril de 2012 los precios congelados. Los aumentos constituyen un alivio, pero los expertos coinciden en que no normalizarán su disponibilidad en los anaqueles. “En una economía como la venezolana en la que el combate a la inflación llevará un tiempo, el ajuste de precios era necesario pero su magnitud no eliminaría por completo los problemas de escasez”, dijo Henkel García, director de Econométrica.
Autorizaron incrementos en 15 productos con distintas presentaciones. El más alto fue aprobado para el desodorante de 75 mililitros: 130%. Sin embargo, la inflación acumulada desde abril de 2012, cuando se fijaron estos precios, fue de casi 150%. “Los ajustes son esporádicos, espasmódicos y reactivos. Primero hay que identificar las causas de la inflación, que no es un asunto de fijación de precios de las empresas”, señaló Enrique González, director de Ceapre Consulting Group. Agregó que la medida es un reconocimiento del gobierno de que la inflación afecta las estructuras de costos de las empresas.
García indicó que es importante la toma de medidas complementarias: cuál será la política de aumentos en el futuro para no caer en el mismo punto de desfase con respecto a los costos de producción y la regularización del suministro de los insumos que necesitan las compañías para fabricarlos.
Recordó que al día siguiente de que autorizaron el aumentó el precio de los detergentes, los trabajadores de Polar denunciaron la paralización de la planta de productos de limpieza por falta de sulfito de sodio.
Lo barato sale caro. En un recorrido realizado el jueves por varios supermercados y farmacias en el centro y el este de Caracas se observó la ausencia de champú regulado, desodorante, jabón de baño y enjuague. “Llega una caja de 12 unidades y no dura nada”, afirmó el empleado de una farmacia en San Bernardino. En un establecimiento vecino, la gente hacía cola desde las 6:00 am para comprarlo.
En el único comercio que había desodorante era en un Bicentenario, pero no permitían llevar más de dos unidades por persona y si el cliente no presentaba la cédula laminada o el pasaporte no podía comprar. “Yo tuve que dejar los productos en la caja porque no me los querían vender si no presentaba la cédula. La perdí hace una semana y no la he podido recuperar”, contó una consumidora.
Ninguno de los establecimientos visitados había recibido productos a precio nuevo. “La gente aprovecha y compra afeitadoras y crema dental antes de que lleguen más caras”, dijo un encargado. No obstante, consumidores expresaron que la prioridad es el abastecimiento. “Los aumentos de precio me parecen exagerados si se le suman los de la comida. Pero si los productos van a aparecer, que suban”, expresó Maritza Marruffo, consumidora.
A la espera de reposición
Fuentes del sector aseguraron que próximamente se verá una mejora en cuanto al abastecimiento, pero la capacidad de reposición no es tan rápida por las fallas de insumos. “No hay material de empaque y ahora las plantas de detergentes están afectadas por el retraso para nacionalizar el sulfito de sodio, su materia prima”, dijo un vocero que pidió no citar su nombre.
Añadió que los aumentos autorizados no fueron tan significativos en algunos rubros debido a que el gobierno garantizó al sector las divisas a 6,30 bolívares. “También se tiene el compromiso de la Sundde de revisar y regular toda la cadena de suministro”, dijo.
En el caso del champú, afirmó que los costos de producción ya no daban, pero con el aumento esperan que lleguen nuevas unidades en los próximos 15 días. Sin embargo, la estabilidad del abastecimiento depende de la revisión periódica de los precios y de la disponibilidad de los insumos.
