Vuelve la Mesa por Jorge Millán
Yeannaly Fermín Sep 29, 2014 | Actualizado hace 10 años
Vuelve la Mesa por Jorge Millán

CHODHI

 

Este año ha sido difícil para el frente que aglutina a las organizaciones políticas que conforman  la oposición venezolana. La imposibilidad de acordar una agenda común y presentar una estrategia conjunta ha generado como consecuencia la ausencia de esta en un momento cuando el país requiere de la unión de los venezolanos para hacerle frente a  la crisis en que la revolución ha llevado al país.

Ya vendrá el momento para hacer una amplia reflexión sobre las razones que condujeron a las organizaciones a no alcanzar los acuerdos necesarios, y al igual que con los sucesos de abril del 2002, el paro petrolero, la abstención de las parlamentarias en el 2005 y la marcha sin retorno del referendo constitucional en el 2007, el pueblo tendrá la oportunidad de juzgar quién tenía la razón y quién se equivocaba, quién hacía un esfuerzo serio en cambiar el gobierno y quién ponía por delante sus ambiciones particulares dejando a un lado el interés general.

Ahora bien, lo relevante en este momento es que la Mesa de la Unidad Democrática hoy luce fortalecida, relanzada con un Secretario Ejecutivo como Chuo Torrealba que ha dedicado su lucha a la reivindicación de los sectores populares, y que representa una señal inequívoca de la intención de  las fuerzas alternativas al oficialismo de ir al encuentro definitivo con los más humildes, que tradicionalmente venían acompañando al chavismo.  Adicionalmente, todo indica que la alternativa democrática se decanta por organizarse para las parlamentarias, de esta forma como en el 2007, derrotar con los votos al gobierno y dejar claro donde esta la mayoría del país.  Esta ruta, acompañada con una agenda para lograr el cambio desde un parlamento con mayoría opositora, que planteó  el diputado Tomás Guanipa, han prendido las alarmas del oficialismo y ha hecho reaccionar a Diosdado Cabello tratando de limitar el poder de la próxima Asamblea Nacional, lo cual demuestra el temor que se tiene a la fuerza que implica al pueblo respaldando electoralmente con una mayoría contundente una propuesta que logre generar las condiciones democráticas, populares y constitucionales para lograr cambiar el gobierno.

El debate del alcance que tendrá el resultado de las próximas elecciones, y el poder que tendrá la nueva Asamblea Nacional como representante de un mandato popular para generar el cambio será un asunto que se producirá una vez definida la correlación de fuerzas producto de los comicios legislativos; por lo pronto lo que si esta sobre la mesa son las propuestas de los bloques en disputa y la posición que tomen en las urnas electorales los venezolanos frente a ellas.

Concomitantemente, se plantea que la unidad vuelva a la calle a liderar a los sectores del país que anhelan un cambio de modelo y de conducción, en unidad, pacíficamente, sin dobleces  y abriendo camino a una ruta seria que permita concretar la sustitución de la cúpula que hoy mal gobierna Venezuela. Estos replanteamiento que pareciera esbozarse desde la mesa de la unidad, nos permite decir que la unidad vuelve por sus fueros a dar la lucha por el cambio con nuevo vigor frente a un gobierno que luce contra las cuerdas a pesar de haber tenido a los opositores dispersos y con agendas diferenciadas.

Ojalá sea franco el  voto de confianza a la nueva conducción de la MUD y sigamos el camino viable y no se continúe en la búsqueda de atajos irreales que aunque muy tentadores por los resultados que prometen, al no ser realizables terminan al final del día generando frustraciones y debilitando la oportunidad real que existe para reconducir el país hacia una nación de justicia, libertad y prosperidad.

@jorgemillant