La parábola de los pavos por Andrés Volpe - Runrun

blindness

To act on the belief that we possess the knowledge

 and the power which enable us

to shape the processes of society entirely to our liking,

knowledge which in fact we do not possess,

is likely to make us do much harm. 

Friedrich von Hayek

¿Cómo no ser un pavo? Esta es una de las preguntas principales propuesta por uno de los filósofos más leídos actualmente. Nassim Nicholas Taleb nos propone que no seamos como aquellos pavos que, al llegar la fiesta de acción de gracias, son metidos en un horno para cocinarse en su propia salsa.

Ahora bien, dicho cometido no es tan fácil de lograr, ya que el sistema económico y político está diseñado precisamente para que actuemos y analicemos la realidad y las probabilidades de riesgo como los pavos destinados a la fiesta de acción de gracias. Taleb lo denomina “The Great Turkey Problem”.  Dicho problema va muy unido al fenómeno que planteaba en mi artículo anterior publicado en  El Universal el día 16 de julio.  En este sentido, nuestra capacidad de percibir la realidad, sea artificial o verdadera, también afecta nuestra capacidad de percibir el riesgo. Por ende, si nuestra capacidad de percibir la realidad se ve afectada, nuestra capacidad de percibir y analizar riesgos se ve también distorsionada, lo que a la vez nos lleva a tomar decisiones erróneas.

Volvamos al pavo para dar un ejemplo claro. El criador de pavos toma todas las medidas necesarias para que los pavos crezcan sanos y los alimenta continuamente para que aumenten de peso y el precio de venta sea mucho mayor al momento de ir al matadero. El criador de pavos actúa en pro de sus intereses económicos y busca el retorno de la inversión más la producción de ganancias. No obstante, desde la perspectiva del pavo, la realidad es diferente. Para él, su criador es un agente que trabaja en pro del bienestar de los pavos. El criador trabaja para darle un techo, alimento e incluso vela por brindarles un confort que garantice una salud óptima para el Meleagris gallopavo. Dadas estas circunstancias, el líder de los pavos comienza a realizar pronósticos estadísticos en base a los cuales pueda demostrar la estabilidad del sistema y trazar tendencias que predigan el futuro de la comunidad. ¿Quién no quiere predecir el futuro? Las estadísticas son favorables que ya el criador de pavos no ha dado pruebas ni ha actuado en contradicción con el interés del bienestar de la pavada.

Este punto es clave, ya que los pavos cometen el error de confundir la ausencia de evidencia por la evidencia de ausencia, lo cual quiere decir que, ya que no tienen pruebas en contra de la máxima “el criador de pavos no ama a los pavos”, asumen que la máxima contraria “el criador de pavos ama a los pavos” es verdadera.

No obstante, al momento de llegar el tiempo de acción de gracias la pavada se lleva una sorpresa: su sistema estadístico colapsa ya que es incapaz de analizar y predecir la realidad. Todos los pavos son llevados al matadero para luego venderlos como plato principal a familias honestas y niños ansiosos. Lo que nos lleva forzosamente a concluir que los pavos percibieron la realidad equivocadamente, lo cual los llevó, mediante un proceso racional, a creer y tomar decisiones erróneas. Los pavos creyeron en su sistema y pensaron que todo estaba estable y seguro.

Lo mismo le ha estado ocurriendo al gobierno venezolano. Bajo la firme creencia de su sistema socialista, y la capacidad de regulación y predicción de la realidad de este sistema, han leído y creado una realidad artificial que no se ajusta a la realidad verdadera. Las consecuencias se pueden apreciar por doquier en Venezuela y todo por creer en la capacidad del hombre de racionalizar completamente la realidad. Friedrich Hayek ya nos advertía que es imposible recabar y analizar toda la información que produce la realidad para racionalizarla y elaborar planes de organización desde una autoridad central. Esto lo hizo siempre abogar por órdenes espontáneos. Este argumento también es acogido por Taleb teniendo en cuenta algunas distancias.

Pero la pregunta clave sería: ¿Cuántos pavos hay en Venezuela?

@andresvolpe

*escritor y analista político.