La pregunta que nos hacemos todos los venezolanos en cuanto a la situación de nuestro país es, ¿cuál es el camino? ¿Estamos conformes con lo que estamos viviendo? La mayoría no lo está, pero, ¿Qué hacer? Indudablemente la respuesta no es fácil, sin embargo, hay varios puntos que considero tenemos muy claros todos, o al menos la mayoría: 1) Amamos profundamente a nuestro país. 2) Queremos y necesitamos un futuro mejor para nuestras familias, dentro de nuestra tierra.
El país se encuentra sumergido en una grave crisis, económica, social y política y esto no es un secreto para nadie, ya que lo vivimos día a día. Es muy impactante observar como hasta hace algunos años podíamos ir a un supermercado y encontrar lo que buscáramos, variedad de calidad y precio, y que en la actualidad, aunque suene absurdo (y digo absurdo porque en un país con tanta riqueza no se justifica que la población esté pasando tanta necesidad), ya no «podamos darnos esos lujos». ¿Cómo es posible que los venezolanos a las 10 de la noche ya debamos «escondernos» en nuestros hogares para no ser víctimas de la delincuencia? ¿Cómo es posible que el Gobierno en vez de perseguir delincuentes, persiga estudiantes, periodistas, dirigentes políticos y a todo aquél que piense distinto?
Cuando existen problemas de inseguridad, escasez, inflación, violencia, cuando no hay agua o luz en alguna población, no importa el color de la camisa ni la preferencia política, nos afecta a todos por igual, entonces, ¿por qué no unirnos en torno a nuestros problemas? Es sencillo, en la unión está la fuerza, si tenemos un Gobierno que NO resuelve, que NO hace nada por mejorar o erradicar los problemas, entonces nosotros somos los encargados de producir el cambio que deseamos.
Esa cúpula de personas enfermas al poder que hoy en día se encuentran en el Gobierno no tienen el derecho de arrebatarnos lo que por años, millones y millones de venezolanos han construido, me refiero a esa Venezuela que lamentablemente debo reconocer no conocieron mis hijos, esa Venezuela llena de oportunidades y de esperanza. Precisamente por esto es que debemos seguir luchando, no podemos perder las esperanzas, el bien siempre triunfa. La respuesta a ¿Cuál es el camino? Se encuentra en cada uno de nosotros, el camino lo vamos construyendo, o le echamos pichón, o regalamos el país.
Julio Borges
