Y transmitieron Flipper por Toto Aguerrevere - Runrun
Sendai Zea Feb 13, 2014 | Actualizado hace 10 años

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En el Día de la Juventud, un venezolano corría por las calles de Caracas huyendo de las bombas lacrimógenas que se suscitaron como consecuencia de los ataques a la marcha estudiantil opositora. Disparos, perdigones y piedras iban y venían sobre su cabeza. Una de ellas chocó contra su espalda. Su nariz moreteada por un casco. Huyendo de la represión, se detuvo. Otro venezolano había caído abaleado en la calle y a él le pareció que su deber estaba en regresar para cargar el cuerpo de su compatriota hacia un lugar seguro.

No tendría manera de saberlo, pero en ese mismo momento la televisión venezolana transmitía un capítulo de la serie Flipper. Horas después, en otra locación, ese mismo muchacho perdería la vida.

Tres muertos y 66 heridos sería el saldo total de un día en el cual la televisión optó por hacer caso omiso al precepto constitucional de informar de manera oportuna, veraz e imparcial. Flipper, parece, se lanzó un mortal en el aire en ese episodio en particular transmitido por Televen. Aparentemente la televisión estimó que eso fue más importante.

Y no solo Flipper hizo de las suyas. Las horas de mayor tumulto en Venezuela ese día fueron inundadas de imágenes en la televisión que hicieron todo por esconder la realidad del acontecer nacional. En Venevisión, La Chilindrina decidió que quería un perro pero no tenía real para comprarlo así que convenció al Chavo del Ocho para que imitara a uno. En Globovisión una experta en trastorno de sueño infantil le recomendaba a la población que la hora idónea para acostar a los hijos era a las ocho de la noche. Pero Flipper, Flipper se llevó el rating.

Estaba cantado que así iba a ser el corte de la programación. Un día antes, el director de CONATEL había anunciado que la transmisión de hechos violentos por cualquier medio audiovisual o electrónico podría violar la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión. Aparentemente el director de CONATEL es más brujo que la bruja del 72 en el Chavo del Ocho. Solo VTV transmitió imágenes de los acontecimientos tumultuosos frente a la Fiscalía y sus alrededores con sus acostumbrados comentarios sobre venezolanos “fascistas” que alteraron la paz de la Revolución. Porque claramente las suposiciones de CONATEL valen para todos los canales excepto para el que le pertenece a todos los venezolanos. A los demás les toca ver las maromas de un delfín.

Un canal extranjero comenzó a perfilarse como la ventana de los venezolanos hacia la verdad. Un canal que, ante el silencio mediático interno, optó por pintarle ocho estrellas a su propia bandera e informarle a los venezolanos con acceso a televisión por cable lo que sucedía más allá del mar donde se bañaba el delfín. Al poco tiempo se emitió la orden de sacar su señal del aire. Aparentemente el Gobierno Bolivariano estaba bastante interesado en que los venezolanos viéramos la parte donde Flipper recibe un maní de premio.

En una cadena nacional posterior, el Presidente de Venezuela le anunció al mundo que él sabía lo que había sucedido en el Día de la Juventud porque había visto las imágenes y tenía todas las pruebas de quienes eran los “parásitos fascistas” que vulneraron la paz y la seguridad nacional Y yo vuelvo a ver ese episodio de Flipper repetidas veces y me pregunto, ¿en qué parte del nado de ese delfín fue que el Presidente vio algo?

El silencio noticioso ayer en la televisión venezolana sobre acontecimientos que afectan a todo aquel que porte una cédula de identidad nacional fue una bofetada no solo al país, sino un irrespeto al joven que dio su vida dos veces por ella. Una como rescatista, la otra como víctima. Por más fuertes que sean las amenazas a los medios, nadie que se vea en la necesidad de salir de su casa para luchar por las libertades que nos corresponden a todos merece ser opacado por una barrera de censura. Y mucho menos por Flipper.

 

Toto Aguerrevere | @totoaguerrevere