Gómez, petróleo y poder - Runrun
Sendai Zea Oct 31, 2012 | Actualizado hace 11 años
Gómez, petróleo y poder

Durante los 27 años de Juan Vicente Gómez en el poder, la Constitución fue reformada siete veces para elegirlo presidente de la República o para elegir a otro, mientras él de retenía el cargo de Comandante en Jefe del Ejército de manera persistente. O, sea, que cedía el protocolo de la presidencia pero no las armas. Como Gómez triunfó en la batalla de Ciudad Bolívar en 1903, clausurando la etapa de las guerras civiles, fue consagrado por sus áulicos como “el Fundador de la paz”.

Lo cierto fue que sostuvo una guerra permanente contra todas las guerras, y en nombre de la paz gobernó a sangre y fuego, hasta el extremo de considerar que democracia era sinónimo de guerra. Los positivistas lo consagraron como el “gendarme necesario”. Con fama de inculto, se rodeó de grandes intelectuales: Gil Fortoul, Zumeta, Arcaya, Vallenilla Lanz. Con sus luces, Gómez dio su golpe de Estado de 1913, y a partir de entonces fue “Gómez Único” hasta la muerte.

Si alguna fortuna tuvo Juan Vicente Gómez fue haber dominado Venezuela en el momento en que se inicia la era del petróleo. El gran capital internacional puso sus ojos sobre el país de Bolívar. La conspiración contra Cipriano Castro olió a petróleo. Desde el primer momento, en diciembre de 1908, adueñado del poder que le arrancó al “compadre” de toda la vida, Gómez vislumbró que en la armonía internacional estaría la clave de su permanencia en el poder. Que allí estaría el secreto para gobernar hasta cuando la muerte pusiera fin a su absolutismo. Y en esas relaciones con los poderosos, en especial Estados Unidos y la Gran Bretaña, y sus consorcios petroleros, estuvo el secreto de su estabilidad y largo reinado.

Simón Alberto Consalvi

@consalvi2013