A dos décadas del estreno de una de las películas más emblemáticas de Hollywood, el repaso de este clásico que le valió el Oscar al mejor actor a Tom Hanks hace surgir los valores contenidos que hicieron que su mensaje sea perdurable más allá del paso de los años y los premios obtenidos.
El sitio norteamericano ABC News publicó esta lista de siete «lecciones de vida» que extrajo de la película.
1. Nunca sabes de los que eres capaz hasta que lo intentas
Forrest Gump nació con una espalda que estaba «tan retorcida como un político», lo que le obligaba a utilizar prótesis en sus brazos y piernas. Como era blanco constante de bromas pesadas, su única amiga de la vecindad solía darle el famoso aviso para que huya cuando estaba por ser golpeado: «¡Corre, Forrest, corre!» («Run, Forrest, run»).
Presionado por esta situación, un día se libera de todas las prótesis en medio de una carrera y con el tiempo se convertirá en un atleta escolar exitoso.
2. Para tener buenos amigos, sé un buen amigo
Forrest y Bubba son un ejemplo de amistad, forjada durante la guerra en Vietnam. No solamente por dormir espalda con espalda para evitar caer en el barro, sino porque son totalmente leales y, tras la muerte de Bubba en la guerra, Forrest cumple su sueño: ser capitán de un barco de pesca de camarones. Y le va muy bien.